Confieso, pues, mi iniquidad; Afligido estoy a causa de mi pecado.
(Salmos 38:18)Pero mis enemigos son vigorosos y fuertes; Muchos son los que sin causa me aborrecen.
(Salmos 38:19)Y los que pagan mal por bien Se me oponen, porque yo sigo lo bueno.
(Salmos 38:20)No me abandones, oh SEÑOR; Dios mío, no estés lejos de mí.
Apresúrate a socorrerme, Oh Señor, salvación mía.
(Salmos 38:22)Para el director del coro, para Jedutún. Salmo de David. Yo dije: "Guardaré mis caminos Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca como con mordaza Mientras el impío esté en mi presencia."
(Salmos 39:1)Enmudecí y callé; Guardé silencio aun acerca de lo bueno, Y se agravó mi dolor.
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Salmos 38:21 - Referencia Cruzada
No estés lejos de mí, porque la angustia está cerca, Pues no hay nadie que ayude.
(Salmos 22:11)Y abrieron bien grande su boca contra mí; Dijeron: "¡Ajá, nuestros ojos lo han visto!"
(Salmos 35:21)Porque El no ha despreciado ni aborrecido la aflicción del angustiado, Ni le ha escondido Su rostro; Sino que cuando clamó al SEÑOR, lo escuchó.
(Salmos 22:24)Para el director del coro; sobre ajelet Hasahar. Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor?
(Salmos 22:1)Pero Tú, oh SEÑOR, no estés lejos; Fuerza mía, apresúrate a socorrerme.
(Salmos 22:19)