Nueva Biblia Latinoamericana
Hazme oír gozo y alegría, Haz que se regocijen los huesos que has quebrantado. (Salmos 51:8)
Esconde Tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis iniquidades. (Salmos 51:9)
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. (Salmos 51:10)
No me eches de Tu presencia, Y no quites de mí Tu Santo Espíritu.
Restitúyeme el gozo de Tu salvación, Y sostenme con un espíritu de poder. (Salmos 51:12)
Entonces enseñaré a los transgresores Tus caminos, Y los pecadores se convertirán a Ti. (Salmos 51:13)
Líbrame de delitos de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación, Entonces mi lengua cantará con gozo Tu justicia. (Salmos 51:14)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 51:11":

Dr. Roberto Miranda
La dicha de una vida perdonada
La importancia del perdón y la confesión de pecados en el Salmo 32, y cómo tener una relación clara con Dios nos permite recibir su sabiduría y guía.


Andrés Cisterna
Con todo me gozaré en el Dios de mi salvación
El mensaje del pastor es que debemos celebrar y alegrarnos en el Señor, ya que Dios es un Dios de alegrías y fiestas.


Salmos 51:11 - Referencia Cruzada

Estos sufrirán el castigo de eterna destrucción, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de Su poder, (2 Tesalonicenses 1:9)
Ella entonces dijo: "¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Y él despertó de su sueño, y dijo: "Saldré como las otras veces y escaparé." Pero no sabía que el SEÑOR se había apartado de él. (Jueces 16:20)
Pero el SEÑOR tuvo piedad de ellos, y les tuvo compasión y se volvió a ellos a causa de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos ni echarlos de su presencia hasta hoy. (2 Reyes 13:23)
Hoy me has arrojado de la superficie de la tierra, y de Tu presencia me esconderé, y seré vagabundo y errante en la tierra. Y sucederá que cualquiera que me halle me matará." (Génesis 4:14)
pero Mi misericordia no se apartará de él, como la aparté de Saúl a quien quité de delante de ti. (2 Samuel 7:15)
Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios, por el cual fueron sellados para el día de la redención. (Efesios 4:30)
Y el SEÑOR se enojó en gran manera contra Israel y los quitó de su presencia. Sólo quedó la tribu de Judá. (2 Reyes 17:18)
Pues si ustedes siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se Lo pidan?" (Lucas 11:13)
El Espíritu del SEÑOR se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte del SEÑOR lo atormentaba. (1 Samuel 16:14)
Y los echaré de Mi presencia, como eché a todos sus hermanos, a toda la descendencia de Efraín. (Jeremías 7:15)
Por causa de la ira del SEÑOR sucedió esto en Jerusalén y en Judea, hasta que los echó de Su presencia. Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia. (2 Reyes 24:20)
Entonces el SEÑOR dijo: "Mi Espíritu no luchará para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne. Serán, pues, sus días 120 años." (Génesis 6:3)
Y aun en la vejez y las canas, no me desampares, oh Dios, Hasta que anuncie Tu poder a esta generación, Tu poderío a todos los que han de venir. (Salmos 71:18)
Y el SEÑOR dijo: "También quitaré a Judá de Mi presencia, como he quitado a Israel. Y desecharé a esta ciudad que Yo había escogido, a Jerusalén, y al templo del cual dije: 'Mi nombre estará allí.'" (2 Reyes 23:27)
Y el Espíritu del SEÑOR comenzó a manifestarse en él en Majané Dan (el campamento de Dan), entre Zora y Estaol. (Jueces 13:25)
Cuando Saúl y su criado llegaron allá a la colina, un grupo de profetas salió a su encuentro; y el Espíritu de Dios vino sobre él con gran poder, y profetizó entre ellos. (1 Samuel 10:10)
Sin embargo, ustedes no están en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes. Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de El. (Romanos 8:9)
Pero el Consolador (Intercesor), el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en Mi nombre, El les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he dicho. (Juan 14:26)
Pero ellos se rebelaron Y afligieron Su Santo Espíritu; Por lo cual El se convirtió en su enemigo Y peleó contra ellos. (Isaías 63:10)
Ya que Tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has rechazado? ¿Por qué ando sombrío por la opresión del enemigo? (Salmos 43:2)
Al llegar él a Lehi, los Filisteos salieron a su encuentro gritando. Y el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con poder, y las sogas que estaban en sus brazos fueron como lino quemado con fuego y las ataduras cayeron de sus manos. (Jueces 15:14)
No me rechaces en el tiempo de la vejez; No me desampares cuando me falten las fuerzas. (Salmos 71:9)
y que fue declarado Hijo de Dios con un acto de poder, conforme al Espíritu de santidad, por (como resultado de) la resurrección de entre los muertos: nuestro Señor Jesucristo. (Romanos 1:4)