Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces el ángel del SEÑOR se le apareció a la mujer, y le dijo: "Tú eres estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y a dar a luz un hijo. (Jueces 13:3)
Ahora pues, cuídate de no beber vino ni licor, y de no comer ninguna cosa inmunda. (Jueces 13:4)
Porque vas a concebir y a dar a luz un hijo. El no pasará navaja sobre su cabeza, porque el niño será Nazareo para Dios desde el seno materno. Y él comenzará a salvar a Israel de manos de los Filisteos." (Jueces 13:5)
La mujer fue y se lo dijo a su marido: "Un hombre de Dios vino a mí, y su aspecto era como el aspecto del ángel de Dios, muy imponente. Yo no le pregunté de dónde venía, ni él me hizo saber su nombre.
Pero él me dijo: 'Vas a concebir y a dar a luz un hijo; desde ahora no beberás vino ni licor, ni comerás cosa inmunda, porque el niño será Nazareo para Dios desde el seno materno hasta el día de su muerte.'" (Jueces 13:7)
Entonces Manoa imploró al SEÑOR, y dijo: "Te ruego Señor, que el hombre de Dios que Tú enviaste venga otra vez a nosotros, para que nos enseñe lo que hemos de hacer con el niño que ha de nacer." (Jueces 13:8)
Dios escuchó la voz de Manoa. Y el ángel de Dios vino otra vez a la mujer cuando estaba sentada en el campo; pero Manoa su marido no estaba con ella. (Jueces 13:9)

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Jueces 13:6 - Referencia Cruzada

Entonces Jacob le dijo: "Dame a conocer ahora tu nombre." "¿Para qué preguntas por mi nombre?" le respondió el hombre. Y lo bendijo allí. (Génesis 32:29)
El se acercó adonde yo estaba, y cuando llegó, me aterroricé y caí sobre mi rostro, pero él me dijo: "Entiende, hijo de hombre, que la visión se refiere al tiempo del fin." (Daniel 8:17)
Y ella le dijo a Elías: "¿Qué tengo que ver contigo, oh hombre de Dios? ¡Has venido para traer a memoria mis iniquidades y hacer morir a mi hijo!" (1 Reyes 17:18)
Y el ángel del SEÑOR se le apareció en una llama de fuego, en medio de una zarza. Al fijarse Moisés, vio que la zarza ardía en fuego, pero la zarza no se consumía. (Éxodo 3:2)
Y Manoa dijo a su mujer: "Ciertamente moriremos, porque hemos visto a Dios." (Jueces 13:22)
El ángel le respondió: "Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas. (Lucas 1:19)
Y al fijar la mirada en él, todos los que estaban sentados en el Concilio (Sanedrín) vieron su rostro como el rostro de un ángel. (Hechos 6:15)
Entonces Eliseo le dijo: "Por este tiempo, el año que viene, abrazarás un hijo." Y ella dijo: "No, señor mío, hombre de Dios, no engañe usted a su sierva." (2 Reyes 4:16)
El criado le respondió: "Mira, en esta ciudad hay un hombre de Dios, el cual es tenido en alta estima; todo lo que él dice se cumple sin falta. Vayamos ahora, quizá pueda orientarnos acerca de la jornada que hemos emprendido." (1 Samuel 9:6)
Entonces los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal, y Caleb, hijo de Jefone el Cenezeo, le dijo: "Tú sabes lo que el SEÑOR dijo a Moisés, hombre de Dios, acerca de ti y de mí en Cades Barnea. (Josué 14:6)
Entonces un hombre de Dios vino a Elí y le dijo: "Así dice el SEÑOR: '¿No me revelé ciertamente a la casa de tu padre cuando ellos estaban en Egipto como esclavos de la casa de Faraón? (1 Samuel 2:27)
Despertó Jacob de su sueño y dijo: "Ciertamente el SEÑOR está en este lugar y yo no lo sabía." (Génesis 28:16)
Mientras oraba, la apariencia de Su rostro se hizo otra, y Su ropa se hizo blanca y resplandeciente. (Lucas 9:29)
Esta es la bendición con la que Moisés, hombre de Dios, bendijo a los Israelitas antes de morir. (Deuteronomio 33:1)
Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. (1 Timoteo 6:11)
Entonces Manoa imploró al SEÑOR, y dijo: "Te ruego Señor, que el hombre de Dios que Tú enviaste venga otra vez a nosotros, para que nos enseñe lo que hemos de hacer con el niño que ha de nacer." (Jueces 13:8)
Entonces la mujer dijo a Elías: "Ahora conozco que tú eres hombre de Dios, y que la palabra del SEÑOR en tu boca es verdad." (1 Reyes 17:24)
alcé los ojos y miré, y había un hombre vestido de lino, cuya cintura estaba ceñida con un cinturón de oro puro de Ufaz. (Daniel 10:5)
Daniel, hombre muy estimado, entiende las palabras que te voy a decir y ponte en pie, porque ahora he sido enviado a ti," me dijo. Cuando él me dijo estas palabras, me puse en pie temblando. (Daniel 10:11)
Su aspecto era como un relámpago, y su vestidura blanca como la nieve; (Mateo 28:3)
Y ella dijo a su marido: "Ahora entiendo que éste que siempre pasa por nuestra casa, es un santo hombre de Dios. (2 Reyes 4:9)
Y Manoa dijo al ángel del SEÑOR: "¿Cuál es tu nombre, para que cuando se cumplan tus palabras, te honremos?" (Jueces 13:17)
Y añadió: "Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob." Entonces Moisés se cubrió el rostro, porque tenía temor de mirar a Dios. (Éxodo 3:6)
Cuando Lo vi, caí como muerto a Sus pies. Y El puso Su mano derecha sobre mí, diciendo: "No temas, Yo soy el Primero y el Ultimo, (Apocalipsis 1:17)