Nueva Biblia Latinoamericana
Y fueron y aseguraron el sepulcro; y además de poner la guardia, sellaron la piedra. (Mateo 27:66)
Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a ver el sepulcro. (Mateo 28:1)
Y se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. (Mateo 28:2)
Su aspecto era como un relámpago, y su vestidura blanca como la nieve;
y de miedo a él los guardias temblaron y se quedaron como muertos. (Mateo 28:4)
Hablando el ángel, dijo a las mujeres: "Ustedes, no teman; porque yo sé que buscan a Jesús, el que fue crucificado. (Mateo 28:5)
No está aquí, porque ha resucitado, tal como El dijo. Vengan, vean el lugar donde estaba puesto. (Mateo 28:6)

Otras publicaciones relacionadas con "Mateo 28:3":

Dr. Roberto Miranda
San Marcos 16
El pasaje de Marcos 16 relata el fracaso humano de los discípulos en honrar la naturaleza sublime de Jesús y su resurrección, y cómo Dios está empeñado en aplastar el orgullo humano en todos sus grandes eventos de la historia. Este artículo explora la importancia de reconocer nuestra fragilidad y confiar en la gracia y el poder de Dios para llevar a cabo su obra en nuestras vidas.


Dr. Roberto Miranda
Las implicaciones de la resurrección para nuestra vida presente
Las implicaciones de la resurrección para nuestra vida presente y cómo el poder de la resurrección opera por fe y no por vista. El pastor anima a los oyentes a vivir al nivel de su llamado y destino, a pesar de las circunstancias adversas.


Mateo 28:3 - Referencia Cruzada

Mientras Jesús ascendía, estando ellos mirando fijamente al cielo, se les presentaron dos hombres en vestiduras blancas, (Hechos 1:10)
Su cabeza y Sus cabellos eran blancos como la blanca lana, como la nieve. Sus ojos eran como una llama de fuego. (Apocalipsis 1:14)
Entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido con ropaje blanco; y ellas se asustaron. (Marcus 16:5)
alcé los ojos y miré, y había un hombre vestido de lino, cuya cintura estaba ceñida con un cinturón de oro puro de Ufaz. (Daniel 10:5)
y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. (Juan 20:12)
Seguí mirando Hasta que se establecieron tronos, Y el Anciano de Días se sentó. Su vestidura era blanca como la nieve, Y el cabello de Su cabeza como lana pura, Su trono, llamas de fuego, Y sus ruedas, fuego abrasador. (Daniel 7:9)
Mientras miraba, vi que venía del norte un viento huracanado, una gran nube con fuego fulgurante y un resplandor a su alrededor. En su centro había algo como un metal refulgente en medio del fuego. (Ezequiel 1:4)
Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, muy blancas, tal como ningún lavandero sobre la tierra las puede blanquear. (Marcus 9:3)
Que hace de los vientos Sus mensajeros, Y de las llamas de fuego Sus ministros. (Salmos 104:4)
Delante de ellos se transfiguró; y Su rostro resplandeció como el sol y Sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. (Mateo 17:2)
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo, que tenía gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria. (Apocalipsis 18:1)
Pero tienes unos pocos en Sardis que no han manchado sus vestiduras, y andarán conmigo vestidos de blanco, porque son dignos. (Apocalipsis 3:4)
Vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo, envuelto en una nube. El arco iris estaba sobre su cabeza, su rostro era como el sol y sus pies como columnas de fuego. (Apocalipsis 10:1)