Y Abram dijo al rey de Sodoma: "He jurado al SEÑOR, Dios Altísimo, creador (dueño) del cielo y de la tierra,
(Génesis 14:22)
que no tomaré ni un hilo ni una correa de zapato, ni ninguna cosa suya, para que no diga: 'Yo enriquecí a Abram.'
(Génesis 14:23)
Nada tomaré, excepto lo que los jóvenes han comido y la parte de los hombres que fueron conmigo: Aner, Escol y Mamre. Ellos tomarán su parte."
(Génesis 14:24)
Después de estas cosas la palabra del SEÑOR vino a Abram en visión, diciendo: "No temas, Abram, Yo soy un escudo para ti; Tu recompensa será muy grande."
Y Abram dijo: "Oh Señor DIOS, ¿qué me darás, puesto que yo estoy sin hijos, y el heredero de mi casa es Eliezer de Damasco?"
(Génesis 15:2)
Dijo además Abram: "No me has dado descendencia, y uno nacido en mi casa es mi heredero."
(Génesis 15:3)
Pero la palabra del SEÑOR vino a él, diciendo: "Tu heredero no será éste, sino uno que saldrá de tus entrañas, él será tu heredero."
(Génesis 15:4)
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Génesis 15:1 - Referencia Cruzada
No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien teman a Aquél que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno.
(Mateo 10:28)
(Antiguamente en Israel, cuando uno iba a consultar a Dios, decía: "Vengan, vamos al vidente;" porque al que hoy se le llama profeta, antes se le llamaba vidente.)
(1 Samuel 9:9)
Y El les contestó: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?" Entonces Jesús se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.
(Mateo 8:26)
Sean firmes y valientes, no teman ni se aterroricen ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará."
(Deuteronomio 31:6)
No temas, gusano de Jacob, ustedes hombres de Israel. Yo te ayudaré," declara el SEÑOR, "tu Redentor es el Santo de Israel.
(Isaías 41:14)
Nadie hay como el Dios de Jesurún (Israel), Que cabalga los cielos para venir en tu ayuda, Y las nubes, en Su majestad.
(Deuteronomio 33:26)
Y el ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios.
(Lucas 1:30)
Yo, Yo soy su consolador. ¿Quién eres tú que temes al hombre mortal, Y al hijo del hombre que como hierba es tratado?
(Isaías 51:12)
Y Dios habló a Israel en una visión nocturna, y dijo: "Jacob, Jacob." Y él respondió: "Aquí estoy."
(Génesis 46:2)
Así dice el SEÑOR que te creó, Que te formó desde el seno materno, y que te ayudará: 'No temas, Jacob, siervo Mío, Ni tú, Jesurún (Israel), a quien he escogido.
(Isaías 44:2)
Con Sus plumas te cubre, Y bajo Sus alas hallas refugio; Escudo y baluarte es Su fidelidad.
(Salmos 91:4)
Hablando el ángel, dijo a las mujeres: "Ustedes, no teman; porque yo sé que buscan a Jesús, el que fue crucificado.
(Mateo 28:5)
Tuvo hambre y deseaba comer; pero mientras le preparaban algo de comer, le sobrevino un éxtasis.
(Hechos 10:10)
Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: "El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos.
(Apocalipsis 21:3)
Que el SEÑOR recompense tu obra y que tu pago sea completo de parte del SEÑOR, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte."
(Rut 2:12)
El impío gana salario engañoso, Pero el que siembra justicia recibe verdadera recompensa.
(Proverbios 11:18)
El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; Mi Dios, mi roca en quien me refugio; Mi escudo y el poder de mi salvación, mi altura inexpugnable.
(Salmos 18:2)
Y ellos dijeron: "A Cornelio el centurión (un capitán Romano), un hombre justo y temeroso de Dios, y que es muy estimado por toda la nación de los Judíos, le fue ordenado (revelado) por un santo ángel que hiciera venir a usted a su casa para oír sus palabras."
(Hechos 10:22)
El SEÑOR es mi porción," dice mi alma, "por tanto en El espero."
(Lamentaciones 3:24)
No temas, porque Yo estoy contigo; Del oriente traeré tu descendencia, Y del occidente te reuniré.
(Isaías 43:5)
En el tercer año de Ciro, rey de Persia, un mensaje fue revelado a Daniel, a quien llamaban Beltsasar. El mensaje era verdadero y acerca de un gran conflicto; él comprendió el mensaje y tuvo entendimiento de la visión.
(Daniel 10:1)
El SEÑOR se le apareció aquella misma noche y le dijo: "Yo soy el Dios de tu padre Abraham; No temas, porque Yo estoy contigo. Y te bendeciré y multiplicaré tu descendencia, Por amor de Mi siervo Abraham."
(Génesis 26:24)
Entonces David dijo a su hijo Salomón: "Esfuérzate, sé valiente y haz la obra; no temas ni te acobardes, porque el SEÑOR Dios, mi Dios, está contigo. El no te fallará ni te abandonará, hasta que toda la obra del servicio de la casa del SEÑOR sea acabada.
(1 Crónicas 28:20)
Digan a los de corazón tímido: "Esfuércense, no teman, Pues su Dios viene con venganza; La retribución vendrá de Dios mismo, Mas El los salvará."
(Isaías 35:4)
Dios oyó la voz del muchacho que lloraba ; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: "¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.
(Génesis 21:17)
Tú eres mi escondedero y mi escudo; En Tu palabra espero.
(Salmos 119:114)
ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas (Pedro), o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es suyo,
(1 Corintios 3:22)
Entonces los hombres dirán: "Ciertamente hay recompensa para el justo, Ciertamente hay un Dios que juzga en la tierra."
(Salmos 58:11)
Sea el carácter de ustedes sin avaricia, contentos con lo que tienen, porque El mismo ha dicho: "NUNCA TE DEJARE NI TE DESAMPARARE,"
(Hebreos 13:5)
El SEÑOR es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte.
(Salmos 16:5)
Mas ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, Y el que te formó, oh Israel: "No temas, porque Yo te he redimido, Te he llamado por tu nombre; Mío eres tú.
(Isaías 43:1)
Me dijo además: "Hijo de hombre, ve a la casa de Israel y háblales con Mis palabras.
(Ezequiel 3:4)
Mira, oh Dios, escudo nuestro, Y contempla el rostro de Tu ungido.
(Salmos 84:9)
No tiemblen ni teman; ¿No se lo he hecho oír y lo he anunciado desde hace tiempo? Ustedes son Mis testigos. ¿Hay otro dios fuera de Mí, O hay otra Roca? No conozco ninguna.'"
(Isaías 44:8)
Pero Yo también juzgaré a la nación a la cual servirán, y después saldrán de allí con grandes riquezas.
(Génesis 15:14)
Pero Tú, oh SEÑOR, eres escudo en derredor mío, Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
(Salmos 3:3)
Pero Moisés dijo al pueblo: "No teman; estén firmes y vean la salvación que el SEÑOR hará hoy por ustedes. Porque los Egipcios a quienes han visto hoy, no los volverán a ver jamás.
(Éxodo 14:13)
Y el Espíritu me levantó y me llevó a Caldea (Babilonia), a los desterrados, en visión por el Espíritu de Dios. Y se alejó de mí la visión que había visto.
(Ezequiel 11:24)
Cuando Lo vi, caí como muerto a Sus pies. Y El puso Su mano derecha sobre mí, diciendo: "No temas, Yo soy el Primero y el Ultimo,
(Apocalipsis 1:17)
Pero el ángel le dijo: "No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan.
(Lucas 1:13)
No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia.
(Isaías 41:10)
El dijo: "Oigan ahora Mis palabras: Si entre ustedes hay profeta, Yo, el SEÑOR, me manifestaré a él en visión. Hablaré con él en sueños.
(Números 12:6)
No temas, rebaño pequeño, porque el Padre de ustedes ha decidido darles el reino.
(Lucas 12:32)
En el año treinta, al quinto día del mes cuarto, estando yo entre los desterrados junto al río Quebar, los cielos se abrieron y contemplé visiones de Dios.
(Ezequiel 1:1)
Porque Tú, oh SEÑOR, bendices al justo, Como con un escudo lo rodeas de Tu favor.
(Salmos 5:12)
A Ti he clamado, SEÑOR; Dije: "Tú eres mi refugio, Mi porción en la tierra de los vivientes.
(Salmos 142:5)
Porque sol y escudo es el SEÑOR Dios; Gracia y gloria da el SEÑOR; Nada bueno niega a los que andan en integridad.
(Salmos 84:11)
Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas,
(Hebreos 1:1)
Probada es toda palabra de Dios; El es escudo para los que en El se refugian.
(Proverbios 30:5)
Salmo de David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿A quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿De quién tendré temor?
(Salmos 27:1)