Entonces El me dijo: "Hijo de hombre, come lo que tienes delante; cómete este rollo, y ve, habla a la casa de Israel."
(Ezequiel 3:1)Abrí, pues, mi boca, y El me dio a comer el rollo.
(Ezequiel 3:2)Entonces me dijo: "Hijo de hombre, alimenta tu estómago y llena tu cuerpo de este rollo que te doy." Y lo comí, y fue en mi boca dulce como la miel.
(Ezequiel 3:3)Me dijo además: "Hijo de hombre, ve a la casa de Israel y háblales con Mis palabras.
Porque no eres enviado a un pueblo de habla incomprensible y lengua difícil, sino a la casa de Israel.
(Ezequiel 3:5)Tampoco te envío a pueblos numerosos de habla incomprensible y lengua difícil cuyas palabras no puedas entender. Aunque si te enviara a ellos, ellos te escucharían.
(Ezequiel 3:6)Pero la casa de Israel no querrá escucharte, ya que no quieren escucharme a Mí. Ciertamente toda la casa de Israel es terca y de duro corazón.
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Ezequiel 3:4 - Referencia Cruzada
pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra."
(Hechos 1:8)Y Jesús respondió: "No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel."
(Mateo 15:24)Les hablarás Mis palabras, escuchen o dejen de escuchar, porque son rebeldes.
(Ezequiel 2:7)Entonces me dijo: "Hijo de hombre, Yo te envío a los Israelitas, a una nación de rebeldes que se ha rebelado contra Mí; ellos y sus padres se han levantado contra Mí hasta este mismo día.
(Ezequiel 2:3)Y ve a los desterrados, a los hijos de tu pueblo; háblales y diles, escuchen o dejen de escuchar: 'Así dice el Señor DIOS.'"
(Ezequiel 3:11)A estos doce envió Jesús después de instruirlos, diciendo: "No vayan por el camino de los Gentiles ni entren en ninguna ciudad de los Samaritanos.
(Mateo 10:5)