Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando entró Jesús en la barca, Sus discípulos Lo siguieron. (Mateo 8:23)
Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar de Galilea, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido. (Mateo 8:24)
Llegándose a El, Lo despertaron, diciendo: "¡Señor, sálvanos , que perecemos!" (Mateo 8:25)
Y El les contestó: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?" Entonces Jesús se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma.
Los hombres se maravillaron, y decían: "¿Quién es Este, que aun los vientos y el mar Lo obedecen?" (Mateo 8:27)
Al llegar Jesús al otro lado, a la tierra de los Gadarenos, fueron a Su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo, de manera que nadie podía pasar por aquel camino. (Mateo 8:28)
Y gritaron: "¿Qué hay entre Tú y nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo (designado para el juicio)?" (Mateo 8:29)

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Mateo 8:26 - Referencia Cruzada

La cubriste con el abismo como con un vestido; Las aguas estaban sobre los montes. (Salmos 104:6)
¿O quién encerró con puertas el mar, Cuando, irrumpiendo, se salió de su seno; (Job 38:8)
Y si Dios así viste la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará El mucho más por ustedes, hombres de poca fe? (Mateo 6:30)
El que hizo que Su glorioso brazo fuera a la derecha de Moisés, El que dividió las aguas delante de ellos para hacerse un nombre eterno, (Isaías 63:12)
Los hombres se maravillaron, y decían: "¿Quién es Este, que aun los vientos y el mar Lo obedecen?" (Mateo 8:27)
Y al verlos remar fatigados, porque el viento les era contrario, como a la cuarta vigilia de la noche (3 a 6 a.m.), fue hacia ellos andando sobre el mar, y quería pasarlos de largo. (Marcus 6:48)
¿Te indignaste, SEÑOR, contra los ríos? ¿Contra los ríos fue Tu ira, Contra el mar Tu furor, Cuando montaste en Tus caballos, En Tus carros de victoria? (Habacuc 3:8)
Pero Jesús, dándose cuenta, dijo: "Hombres de poca fe, ¿por qué discuten entre ustedes que no tienen pan? (Mateo 16:8)
Tú dominas la soberbia del mar; Cuando sus olas se levantan, Tú las calmas. (Salmos 89:9)
El que calma el rugido de los mares, El estruendo de las olas, Y el tumulto de los pueblos. (Salmos 65:7)
Los torrentes han alzado, oh SEÑOR, Los torrentes han alzado su voz; Los torrentes alzan sus batientes olas. (Salmos 93:3)
El reprende al mar y lo hace secar, Y todos los ríos agota. Languidecen Basán y el Carmelo, Y las flores del Líbano se marchitan. (Nahúm 1:4)
Tenía en su mano un librito abierto. Puso el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra, (Apocalipsis 10:2)
Sin embargo, respecto a la promesa de Dios, Abraham no titubeó con incredulidad, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, (Romanos 4:20)
No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, Sí, te sostendré con la diestra de Mi justicia. (Isaías 41:10)
¿Por qué cuando vine no había nadie, Y cuando llamé no había quien respondiera? ¿Acaso es tan corta Mi mano que no puede rescatar, O no tengo poder para librar? Con Mi reprensión seco el mar, Convierto los ríos en desierto. Sus peces huelen mal por falta de agua, Mueren de sed. (Isaías 50:2)
Pero viendo la fuerza del viento tuvo miedo, y empezando a hundirse gritó: "¡Señor, sálvame!" (Mateo 14:30)
En su angustia clamaron al SEÑOR Y El los sacó de sus aflicciones. (Salmos 107:28)
Llegándose a Jesús, Lo despertaron, diciendo: "¡Maestro, Maestro, que perecemos!" Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma. (Lucas 8:24)
Lo miró el mar, y huyó; El Jordán se volvió atrás. (Salmos 114:3)
Cuando arriba afirmó los cielos, Cuando las fuentes del abismo se afianzaron, (Proverbios 8:28)
Jesús se levantó, reprendió al viento y dijo al mar: "¡Cálmate (Calla), sosiégate (enmudece)!" Y el viento cesó, y sobrevino una gran calma. (Marcus 4:39)