Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces los otros discípulos le decían: "¡Hemos visto al Señor!" Pero él les dijo: "Si no veo en Sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en Su costado, no creeré." (Juan 20:25)
Ocho días después, Sus discípulos estaban otra vez dentro (en la casa), y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y dijo: "Paz a ustedes." (Juan 20:26)
Luego dijo a Tomás: "Acerca aquí tu dedo, y mira Mis manos; extiende aquí tu mano y métela en Mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente." (Juan 20:27)
¡Señor mío y Dios mío!" Le dijo Tomás.
Jesús le dijo: "¿Porque Me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron." (Juan 20:29)
Y muchas otras señales (milagros) hizo también Jesús en presencia de Sus discípulos, que no están escritas en este libro; (Juan 20:30)
pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo (el Mesías), el Hijo de Dios; y para que al creer, tengan vida en Su nombre. (Juan 20:31)

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Juan 20:28 - Referencia Cruzada

Dije: "Dios mío, no me lleves a la mitad de mis días; Tus años son por todas las generaciones. (Salmos 102:24)
Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado, Y la soberanía reposará sobre Sus hombros. Y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. (Isaías 9:6)
E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: El fue manifestado en la carne, Vindicado (Justificado) en el Espíritu, Contemplado por ángeles, Proclamado entre las naciones, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria. (1 Timoteo 3:16)
para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que Lo envió. (Juan 5:23)
Este es el día que el SEÑOR ha hecho; Regocijémonos y alegrémonos en él. (Salmos 118:24)
Entonces los que estaban en la barca Lo adoraron, diciendo: "En verdad eres Hijo de Dios." (Mateo 14:33)
Súbete a un alto monte, Oh Sion, portadora de buenas nuevas. Levanta con fuerza tu voz, Oh Jerusalén, portadora de buenas nuevas; Levántala, no temas. Dile a las ciudades de Judá: "Aquí está su Dios." (Isaías 40:9)
Vienen días," declara el SEÑOR, "en que levantaré a David un Renuevo justo; Y El reinará como rey, actuará sabiamente, Y practicará el derecho y la justicia en la tierra. (Jeremías 23:5)
Y mientras lo apedreaban, Esteban invocaba al Señor y decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu." (Hechos 7:59)
Por tanto, el Señor mismo les dará esta señal: Una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y Le pondrá por nombre Emmanuel (Dios con nosotros). (Isaías 7:14)
pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo (el Mesías), el Hijo de Dios; y para que al creer, tengan vida en Su nombre. (Juan 20:31)
Y en aquel día se dirá: "Este es nuestro Dios a quien hemos esperado para que nos salvara. Este es el SEÑOR a quien hemos esperado; Regocijémonos y alegrémonos en su salvación." (Isaías 25:9)
Jesús oyó decir que lo habían echado fuera, y cuando lo encontró, le dijo: "¿Crees tú en el Hijo del Hombre?" (Juan 9:35)
¡María!" le dijo Jesús. Ella, volviéndose, Le dijo en Hebreo: "¡Raboní!" (que quiere decir Maestro). (Juan 20:16)
Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de equidad es el cetro de Tu reino. (Salmos 45:6)
Yo envío a Mi mensajero (ángel), y él preparará el camino delante de Mí. Y vendrá de repente a Su templo el Señor a quien ustedes buscan; el mensajero del pacto en quien ustedes se complacen, ya viene;" dice el SEÑOR de los ejércitos. (Malaquías 3:1)
Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: "Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque Tú fuiste inmolado, y con Tu sangre compraste (redimiste) para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. (Apocalipsis 5:9)
Entonces el Rey deseará tu hermosura; Inclínate ante El, porque El es tu señor. (Salmos 45:11)
Ellos, después de adorar a Jesús, regresaron a Jerusalén con gran gozo, (Lucas 24:52)
En el principio ya existía el Verbo (la Palabra), y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. (Juan 1:1)