Tomás, uno de los doce, llamado el Dídimo (el Gemelo), no estaba con ellos cuando Jesús vino.
(Juan 20:24)Entonces los otros discípulos le decían: "¡Hemos visto al Señor!" Pero él les dijo: "Si no veo en Sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en Su costado, no creeré."
(Juan 20:25)Ocho días después, Sus discípulos estaban otra vez dentro (en la casa), y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y dijo: "Paz a ustedes."
(Juan 20:26)Luego dijo a Tomás: "Acerca aquí tu dedo, y mira Mis manos; extiende aquí tu mano y métela en Mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente."
¡Señor mío y Dios mío!" Le dijo Tomás.
(Juan 20:28)Jesús le dijo: "¿Porque Me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron."
(Juan 20:29)Y muchas otras señales (milagros) hizo también Jesús en presencia de Sus discípulos, que no están escritas en este libro;
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Juan 20:27 - Referencia Cruzada
Y diciendo esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos se regocijaron al ver al Señor.
(Juan 20:20)Pero El, siendo compasivo, perdonaba sus iniquidades y no los destruía; Muchas veces contuvo Su ira, Y no despertó todo Su furor.
(Salmos 78:38)Como un padre se compadece de sus hijos, Así se compadece el SEÑOR de los que Le temen.
(Salmos 103:13)Jesús respondió: "¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo acá."
(Mateo 17:17)Jesús les dijo: "¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo los tendré que soportar? ¡Traigan al muchacho!"
(Marcus 9:19)Jesús les respondió: "¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con ustedes y he de soportarlos? Trae acá a tu hijo."
(Lucas 9:41)Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús.
(1 Timoteo 1:14)Cuando dijo esto, les mostró las manos y los pies.
(Lucas 24:40)Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, esto escribimos acerca del Verbo de vida.
(1 Juan 1:1)La Ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia,
(Romanos 5:20)Entonces los otros discípulos le decían: "¡Hemos visto al Señor!" Pero él les dijo: "Si no veo en Sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en Su costado, no creeré."
(Juan 20:25)