Respondió Jesús: "Les he dicho que Yo soy; por tanto, si Me buscan a Mí, dejen ir a éstos." (Juan 18:8)

Así se cumplía la palabra que había dicho: "De los que Me diste, no perdí ninguno." (Juan 18:9)

Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se llamaba Malco. (Juan 18:10)

Jesús le dijo a Pedro: "Mete la espada en la vaina. La copa que el Padre Me ha dado, ¿acaso no he de beberla?"

Entonces la tropa Romana, el comandante y los guardias de los Judíos prendieron a Jesús, Lo ataron, (Juan 18:12)

y Lo llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote ese año. (Juan 18:13)

Caifás era el que había aconsejado a los Judíos que convenía que un hombre muriera por el pueblo. (Juan 18:14)

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Juan 18:11 - Referencia Cruzada

Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: "Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras ." (Mateo 26:39)

Jesús le respondió: "Mi reino no es de este mundo. Si Mi reino fuera de este mundo, entonces Mis servidores pelearían para que Yo no fuera entregado a los Judíos. Pero ahora Mi reino no es de aquí." (Juan 18:36)

Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que han recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: "¡Abba, Padre!" (Romanos 8:15)

diciendo: "Padre, si es Tu voluntad, aparta de Mí esta copa; pero no se haga Mi voluntad, sino la Tuya." (Lucas 22:42)

Jesús le dijo: "Suéltame (No Me agarres) porque todavía no he subido al Padre; pero ve a Mis hermanos, y diles: 'Subo a Mi Padre y Padre de ustedes, a Mi Dios y Dios de ustedes.'" (Juan 20:17)

Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: "HIJO MIO, NO TENGAS EN POCO LA DISCIPLINA DEL SEÑOR, NI TE DESANIMES AL SER REPRENDIDO POR EL. (Hebreos 12:5)

Pero Jesús dijo: "No saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que Yo voy a beber?" Ellos respondieron: "Podemos." (Mateo 20:22)

Si guardan Mis mandamientos, permanecerán en Mi amor, así como Yo he guardado los mandamientos de Mi Padre y permanezco en Su amor. (Juan 15:10)

Revístanse con toda la armadura de Dios para que puedan estar firmes contra las insidias del diablo. (Efesios 6:11)

puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. (Hebreos 12:2)

Padre, quiero que los que Me has dado, estén también conmigo donde Yo estoy, para que vean Mi gloria, la gloria que Me has dado; porque Me has amado desde antes de la fundación del mundo. (Juan 17:24)

en la palabra de verdad, en el poder de Dios; por armas de justicia para la derecha y para la izquierda; (2 Corintios 6:7)

Has andado en el camino de tu hermana; por tanto pondré su copa en tu mano.' (Ezequiel 23:31)

Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos, y dijo: "Padre, Te doy gracias porque Me has oído. (Juan 11:41)

Ahora Mi alma se ha angustiado; y ¿qué diré: 'Padre, sálvame de esta hora'? Pero para esto he llegado a esta hora. (Juan 12:27)

Porque las armas de nuestra contienda no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas; (2 Corintios 10:4)

Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: "Padre Mío, si esta copa no puede pasar sin que Yo la beba, hágase Tu voluntad." (Mateo 26:42)

Jesús les dijo: "Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que Yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que soy bautizado?" (Marcus 10:38)

Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de El aquella hora. (Marcus 14:35)

Porque hay una copa en la mano del SEÑOR, y el vino se fermenta, Lleno de mixtura, y de éste El sirve; Ciertamente lo sorberán hasta el fondo y lo beberán todos los impíos de la tierra. (Salmos 75:8)

Porque los pueblos del mundo buscan ansiosamente todas estas cosas; pero el Padre de ustedes sabe que necesitan estas cosas. (Lucas 12:30)