Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se llamaba Malco. (Juan 18:10)
Jesús le dijo a Pedro: "Mete la espada en la vaina. La copa que el Padre Me ha dado, ¿acaso no he de beberla?" (Juan 18:11)
Entonces la tropa Romana, el comandante y los guardias de los Judíos prendieron a Jesús, Lo ataron, (Juan 18:12)
y Lo llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote ese año.
Caifás era el que había aconsejado a los Judíos que convenía que un hombre muriera por el pueblo. (Juan 18:14)
Simón Pedro seguía a Jesús, y también otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote, (Juan 18:15)
pero Pedro estaba afuera, a la puerta. Así que el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro. (Juan 18:16)

Otras publicaciones relacionadas con "Juan 18:13":

Dr. Roberto Miranda
Tocado por un ángel de Dios
En este artículo, el autor reflexiona sobre la importancia de pedir discernimiento a Dios para evitar el orgullo y siempre darle la gloria. También se habla de la existencia de ángeles y demonios en el mundo sobrenatural y la importancia de mantener una postura de fe incondicional ante los misterios de Dios. Se enfatiza en la historia de Pedro y la iglesia que estaba orando por él, pero no creyó que Dios lo había liberado de la cárcel cuando realmente sucedió. El autor llama a tener una fe que pueda creer en los milagros mayores que Dios puede hacer.


Dr. Roberto Miranda
Yo soy Pedro
En este sermón, el pastor reflexiona sobre la negación de Pedro y la pasión de Cristo, enfatizando la importancia de amar a Dios y darle lo mejor en nuestras vidas.


Juan 18:13 - Referencia Cruzada

durante el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. (Lucas 3:2)
Estaban allí el sumo sacerdote Anás, Caifás, Juan y Alejandro, y todos los que eran del linaje de los sumos sacerdotes. (Hechos 4:6)
Entonces los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, (Mateo 26:3)
Ahora bien, no dijo esto de su propia iniciativa, sino que siendo el sumo sacerdote ese año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación; (Juan 11:51)
Los que prendieron a Jesús Lo llevaron ante el sumo sacerdote Caifás, donde estaban reunidos los escribas y los ancianos. (Mateo 26:57)
Anás entonces Lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote. (Juan 18:24)