Nueva Biblia Latinoamericana
Jesús entonces volvió a preguntarles: "¿A quién buscan?" "A Jesús el Nazareno," dijeron. (Juan 18:7)
Respondió Jesús: "Les he dicho que Yo soy; por tanto, si Me buscan a Mí, dejen ir a éstos." (Juan 18:8)
Así se cumplía la palabra que había dicho: "De los que Me diste, no perdí ninguno." (Juan 18:9)
Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se llamaba Malco.
Jesús le dijo a Pedro: "Mete la espada en la vaina. La copa que el Padre Me ha dado, ¿acaso no he de beberla?" (Juan 18:11)
Entonces la tropa Romana, el comandante y los guardias de los Judíos prendieron a Jesús, Lo ataron, (Juan 18:12)
y Lo llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote ese año. (Juan 18:13)

Otras publicaciones relacionadas con "Juan 18:10":

Brandt Gillespie
¿Quieres la verdad? ¡Escuche a Jesús!
En el interrogatorio de Jesús ante Pilato, Jesús afirmó que su reino no es de este mundo y que vino a testificar de la verdad. En un mundo donde los líderes buscan establecer sus propios reinos, debemos recordar la verdad eterna de Jesús y acercarnos a Él como el Camino, la Verdad y la Vida.


Samuel Caraballo
Rindiendo nuestras agendas personales
Reflexión sobre la enseñanza de Jesús a los fariseos sobre dar al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.


Juan 18:10 - Referencia Cruzada

Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja. (Marcus 14:47)
Y Pedro Le dijo: "Señor, estoy dispuesto a ir adonde vayas, tanto a la cárcel como a la muerte." (Lucas 22:33)
Jesús le contestó: "En verdad te digo que hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, Me negarás tres veces." (Marcus 14:30)
Y uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le cortó la oreja. (Mateo 26:51)
Cuando los que rodeaban a Jesús vieron lo que iba a suceder, dijeron: "Señor, ¿heriremos a espada?" (Lucas 22:49)
Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquél a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo: "¿No te vi yo en el huerto con El?" (Juan 18:26)