Jesús entonces volvió a preguntarles: "¿A quién buscan?" "A Jesús el Nazareno," dijeron.
(Juan 18:7)Respondió Jesús: "Les he dicho que Yo soy; por tanto, si Me buscan a Mí, dejen ir a éstos."
(Juan 18:8)Así se cumplía la palabra que había dicho: "De los que Me diste, no perdí ninguno."
(Juan 18:9)Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se llamaba Malco.
Jesús le dijo a Pedro: "Mete la espada en la vaina. La copa que el Padre Me ha dado, ¿acaso no he de beberla?"
(Juan 18:11)Entonces la tropa Romana, el comandante y los guardias de los Judíos prendieron a Jesús, Lo ataron,
(Juan 18:12)y Lo llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote ese año.
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Juan 18:10 - Referencia Cruzada
Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja.
(Marcus 14:47)Y Pedro Le dijo: "Señor, estoy dispuesto a ir adonde vayas, tanto a la cárcel como a la muerte."
(Lucas 22:33)Jesús le contestó: "En verdad te digo que hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, Me negarás tres veces."
(Marcus 14:30)Y uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le cortó la oreja.
(Mateo 26:51)Cuando los que rodeaban a Jesús vieron lo que iba a suceder, dijeron: "Señor, ¿heriremos a espada?"
(Lucas 22:49)Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquél a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo: "¿No te vi yo en el huerto con El?"
(Juan 18:26)