Mateo 4:24 - Referencia Cruzada

y enviaron esta carta con ellos: "Los apóstoles, y los hermanos que son ancianos (presbíteros), a los hermanos en Antioquía, Siria y Cilicia que son de los Gentiles, saludos. (Hechos 15:23)

Entonces David puso guarniciones entre los Arameos de Damasco, y los Arameos fueron siervos de David, trayéndole tributo. Y el SEÑOR ayudaba a David dondequiera que iba. (2 Samuel 8:6)

Este fue el primer censo que se levantó cuando Cirenio era gobernador de Siria. (Lucas 2:2)

Enseguida Su fama se extendió por todas partes, por toda la región alrededor de Galilea. (Marcus 1:28)

Y Dios les dijo: "Si escuchas atentamente la voz del SEÑOR tu Dios, y haces lo que es recto ante Sus ojos, y escuchas Sus mandamientos, y guardas todos Sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los Egipcios. Porque Yo, el SEÑOR, soy tu sanador." (Éxodo 15:26)

La fama de David se extendió por todas aquellas tierras, y el SEÑOR puso el terror de David sobre todas las naciones. (1 Crónicas 14:17)

Al llegar Jesús al otro lado, a la tierra de los Gadarenos, fueron a Su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo, de manera que nadie podía pasar por aquel camino. (Mateo 8:28)

Porque era más sabio que todos los hombres, más que Etán el Ezraíta, Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y su fama fue conocida por todas las naciones de alrededor. (1 Reyes 4:31)

Su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oír a Jesús y ser sanadas de sus enfermedades. (Lucas 5:15)

A la caída de la tarde, después de la puesta del sol, trajeron a Jesús todos los que estaban enfermos y los endemoniados. (Marcus 1:32)

Y Jesús iba por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio (las buenas nuevas) del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. (Mateo 4:23)

cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con El. (Hechos 10:38)

Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. (Mateo 9:35)

Entonces vinieron y Le trajeron un paralítico llevado entre cuatro hombres. (Marcus 2:3)

Por aquel tiempo, Herodes (Antipas, hijo de Herodes el Grande) el tetrarca (gobernador de Galilea) oyó la fama de Jesús, (Mateo 14:1)

Y viajaba por Siria y Cilicia confirmando a las iglesias. (Hechos 15:41)

Entonces una mujer Cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada." (Mateo 15:22)

Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, sufriendo mucho." (Mateo 8:6)

Entonces trajeron a Jesús un endemoniado ciego y mudo, y lo sanó, de manera que el mudo hablaba y veía. (Mateo 12:22)

Y había en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu de un demonio inmundo, y gritó a gran voz: (Lucas 4:33)

Señor, ten misericordia de mi hijo, porque es epiléptico y sufre terriblemente, porque muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. (Mateo 17:15)

El SEÑOR estaba con Josué, y su fama se extendió por toda la tierra. (Josué 6:27)

Y esta noticia (fama) se difundió por toda aquella tierra. (Mateo 9:26)

Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y las nuevas (la fama) acerca de El se divulgaron por toda aquella región. (Lucas 4:14)

Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, por causa del nombre del SEÑOR, vino a probarlo con preguntas difíciles. (1 Reyes 10:1)

Entonces Jesús dijo al centurión: "Vete; así como has creído, te sea hecho." Y el criado fue sanado en esa misma hora. (Mateo 8:13)

Y Le trajeron un paralítico echado en una camilla; y Jesús, viendo la fe de ellos, dijo al paralítico: "Anímate, hijo, tus pecados te son perdonados." (Mateo 9:2)

Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron Su fama por toda aquella tierra. (Mateo 9:31)

Cuando Jesús salió de la barca, enseguida se acercó a El, de entre los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, (Marcus 5:2)

Cuando Jesús bajó a tierra, Le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa sino en los sepulcros. (Lucas 8:27)

Otros decían: "Estas no son palabras de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?" (Juan 10:21)

Jesús lo reprendió y el demonio salió de él, y el muchacho quedó curado desde aquel momento. (Mateo 17:18)