Al salir ellos de allí, Le trajeron un mudo endemoniado.
(Mateo 9:32)Después que el demonio había sido expulsado, el mudo habló; y las multitudes se maravillaban, y decían: "Jamás se ha visto cosa igual en Israel."
(Mateo 9:33)Pero los Fariseos decían: "El echa fuera los demonios por el príncipe de los demonios."
(Mateo 9:34)Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia.
Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor.
(Mateo 9:36)Entonces dijo a Sus discípulos: "La cosecha es mucha, pero los obreros pocos.
(Mateo 9:37)Por tanto, pidan al Señor de la cosecha que envíe obreros a Su cosecha."
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Mateo 9:35 - Referencia Cruzada
Hombres de Israel, escuchen estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre ustedes con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio de ustedes a través de El, tal como ustedes mismos saben.
(Hechos 2:22)A la caída de la tarde, después de la puesta del sol, trajeron a Jesús todos los que estaban enfermos y los endemoniados.
(Marcus 1:32)Pero El les dijo: "También a las otras ciudades debo anunciar las buenas nuevas (el evangelio) del reino de Dios, porque para esto Yo he sido enviado."
(Lucas 4:43)cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con El.
(Hechos 10:38)Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, mientras proseguía camino a Jerusalén.
(Lucas 13:22)Y Jesús iba por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio (las buenas nuevas) del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
(Mateo 4:23)los CIEGOS RECIBEN LA VISTA y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO (LAS BUENAS NUEVAS).
(Mateo 11:5)Dondequiera que El entraba en aldeas, ciudades o campos, ponían a los enfermos en las plazas, y Le rogaban que les permitiera tocar siquiera el borde de Su manto; y todos los que lo tocaban quedaban curados.
(Marcus 6:56)Estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor enseñando.
(Marcus 6:6)Y sucedió que cuando Jesús terminó de dar instrucciones a Sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y predicar en las ciudades de ellos.
(Mateo 11:1)