Entonces prendieron fuego a la ciudad y a todo lo que en ella había. Sólo pusieron en el tesoro de la casa (del tabernáculo) del SEÑOR, la plata, el oro y los utensilios de bronce y de hierro.
(Josué 6:24)Pero Josué dejó vivir a Rahab la ramera, a la casa de su padre y todo lo que ella tenía. Ella ha habitado en medio de Israel hasta hoy, porque escondió a los mensajeros a quienes Josué había enviado a reconocer a Jericó.
(Josué 6:25)Entonces Josué les hizo un juramento en aquel tiempo y dijo: "Maldito sea delante del SEÑOR el hombre que se levante y reedifique esta ciudad de Jericó. Con la pérdida de su primogénito echará su cimiento, y con la pérdida de su hijo menor colocará sus puertas."
(Josué 6:26)El SEÑOR estaba con Josué, y su fama se extendió por toda la tierra.
Pero los Israelitas fueron infieles en cuanto a las cosas dedicadas al anatema (a la destrucción), porque Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó de las cosas dedicadas al anatema. Entonces la ira del SEÑOR se encendió contra los Israelitas.
(Josué 7:1)Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que está cerca de Bet Avén al este de Betel (Casa de Dios), y les dijo: "Suban y reconozcan la tierra." Y los hombres subieron y reconocieron a Hai.
(Josué 7:2)Cuando volvieron a Josué, le dijeron: "Que no suba todo el pueblo. Sólo dos o tres mil hombres subirán a Hai. No hagas cansar a todo el pueblo subiendo allá, porque ellos son pocos."
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Josué 6:27 - Referencia Cruzada
Se extendió Su fama por toda Siria; y traían a El todos los que estaban enfermos, afectados con diversas enfermedades y dolores, los endemoniados, epilépticos y paralíticos, y El los sanaba.
(Mateo 4:24)Porque donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos."
(Mateo 18:20)enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden (he aquí)! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo."
(Mateo 28:20)Ellos le dijeron: "Tus siervos han venido de un país muy lejano a causa de la fama del SEÑOR tu Dios. Porque hemos oído hablar de El, de todo lo que hizo en Egipto,
(Josué 9:9)Y he estado contigo por dondequiera que has ido y he exterminado a todos tus enemigos de delante de ti, y haré de ti un gran nombre como el nombre de los grandes que hay en la tierra.
(2 Samuel 7:9)La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.
(2 Corintios 13:14)Cuando los habitantes de Gabaón también se enteraron de lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai,
(Josué 9:3)Pero el SEÑOR estaba con José, le extendió su misericordia y le concedió gracia ante los ojos del jefe de la cárcel.
(Génesis 39:21)Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Así como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te abandonaré.
(Josué 1:5)Por aquel tiempo, Herodes (Antipas, hijo de Herodes el Grande) el tetrarca (gobernador de Galilea) oyó la fama de Jesús,
(Mateo 14:1)Y sucedió que cuando se enteraron todos los reyes que estaban al otro lado del Jordán, en los montes, en los valles y en toda la costa del Mar Grande hacia el Líbano, los reyes de los Hititas, Amorreos, Cananeos, Ferezeos, Heveos y Jebuseos,
(Josué 9:1)¿No te lo he ordenado Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas."
(Josué 1:9)Pero el SEÑOR estaba con José, que llegó a ser un hombre próspero, y vivía en la casa de su amo el Egipcio.
(Génesis 39:2)Por tanto, el SEÑOR, Dios de Israel, declara: 'Ciertamente Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de Mí para siempre;' pero ahora el SEÑOR declara: 'Lejos esté esto de Mí, porque Yo honraré a los que Me honran, y los que Me desprecian serán tenidos en poco.
(1 Samuel 2:30)El Señor sea con tu espíritu. La gracia sea con ustedes.
(2 Timoteo 4:22)Sean firmes y valientes, no teman ni se aterroricen ante ellos, porque el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará."
(Deuteronomio 31:6)Por medio de una visión durante la noche, el Señor dijo a Pablo: "No temas, sigue hablando y no calles;
(Hechos 18:9)Pero el Señor estuvo conmigo y me fortaleció, a fin de que por mí se cumpliera cabalmente la proclamación del mensaje y que todos los Gentiles oyeran. Y fui librado de la boca del león.
(2 Timoteo 4:17)