Entonces les dijo: "¿Por qué están atemorizados? ¿Cómo no tienen fe?"
(Marcus 4:40)Y se llenaron de gran temor, y se decían unos a otros: "¿Quién, pues, es Este que aun el viento y el mar Le obedecen?"
(Marcus 4:41)Llegaron al otro lado del mar, a la tierra de los Gadarenos.
(Marcus 5:1)Cuando Jesús salió de la barca, enseguida se acercó a El, de entre los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,
que tenía su morada entre los sepulcros; y nadie podía ya atarlo ni aun con cadenas;
(Marcus 5:3)porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie era tan fuerte como para dominarlo.
(Marcus 5:4)Siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y en los montes dando gritos e hiriéndose con piedras.
(Marcus 5:5)Otras publicaciones relacionadas con "Marcus 5:2":
Marcus 5:2 - Referencia Cruzada
Porque decían: "Tiene un espíritu inmundo."
(Marcus 3:30)Comenzó Jesús a enseñar de nuevo junto al mar; y se llegó a El una multitud tan grande que tuvo que subirse a una barca que estaba en el mar, y se sentó; y toda la multitud estaba en tierra a la orilla del mar.
(Marcus 4:1)En ese momento estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual comenzó a gritar:
(Marcus 1:23)sino que enseguida, al oír hablar de El, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a Sus pies.
(Marcus 7:25)Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.
(Lucas 9:42)Cuando Jesús bajó a tierra, Le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa sino en los sepulcros.
(Lucas 8:27)Porque Jesús le decía: "Sal del hombre, espíritu inmundo."
(Marcus 5:8)Entonces el espíritu inmundo, causándole convulsiones al hombre, gritó a gran voz y salió de él.
(Marcus 1:26)Que se sienta entre sepulcros y pasa la noche en lugares secretos; Que come carne de cerdo, Y en sus ollas hay caldo de carnes inmundas;
(Isaías 65:4)