Nueva Biblia Latinoamericana
Que profieran mis labios alabanzas, Pues Tú me enseñas Tus estatutos. (Salmos 119:171)
Que cante mi lengua de Tu palabra, Porque todos Tus mandamientos son justicia. (Salmos 119:172)
Que esté pronta Tu mano a socorrerme, Porque Tus preceptos he escogido. (Salmos 119:173)
Anhelo Tu salvación, SEÑOR, Y Tu ley es mi deleite.
Que viva mi alma para alabarte, Y que Tus ordenanzas me ayuden. (Salmos 119:175)
Me he descarriado como oveja perdida; busca a Tu siervo, Porque no me olvido de Tus mandamientos. (Salmos 119:176)
Cántico de ascenso gradual. En mi angustia clamé al SEÑOR, Y El me respondió. (Salmos 120:1)

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Salmos 119:174 - Referencia Cruzada

Me deleitaré en Tus mandamientos, Los cuales amo. (Salmos 119:47)
En verdad, ¿no es así mi casa para con Dios? Pues El ha hecho conmigo un pacto eterno, Ordenado en todo y seguro. Porque toda mi salvación y todo mi deseo, ¿No los hará ciertamente germinar? (2 Samuel 23:5)
Espero Tu salvación, SEÑOR, Y cumplo Tus mandamientos. (Salmos 119:166)
La esperanza que se demora enferma el corazón, Pero el deseo cumplido es árbol de vida. (Proverbios 13:12)
También Tus testimonios son mi deleite; Ellos son mis consejeros. (Salmos 119:24)
¡Tu salvación espero, oh Señor! (Génesis 49:18)
Me regocijo en Tu palabra, Como quien halla un gran botín. (Salmos 119:162)
Porque en el hombre interior me deleito con la Ley de Dios, (Romanos 7:22)
Porque de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor. (Filipenses 1:23)
Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. (Salmos 119:111)
Y no sólo ella , sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo. (Romanos 8:23)
Sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche! (Salmos 1:2)
Caf. Mi alma desfallece por Tu salvación; En Tu palabra espero. (Salmos 119:81)
Venga a mí Tu compasión, para que viva, Porque Tu ley es mi deleite. (Salmos 119:77)
Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Si encuentran a mi amado, ¿Qué le han de decir?: Que estoy enferma de amor." (Cantares 5:8)
Me deleitaré en Tus estatutos, Y no olvidaré Tu palabra. (Salmos 119:16)