Nueva Biblia Latinoamericana
Mira cuánto amo Tus preceptos; Vivifícame, SEÑOR, conforme a Tu misericordia. (Salmos 119:159)
La suma de Tu palabra es verdad, Y eterna cada una de Tus justas ordenanzas. (Salmos 119:160)
Sin. Príncipes me persiguen sin causa, Pero mi corazón teme Tus palabras. (Salmos 119:161)
Me regocijo en Tu palabra, Como quien halla un gran botín.
Aborrezco y desprecio la mentira, Pero amo Tu ley. (Salmos 119:163)
Siete veces al día Te alabo, A causa de Tus justas ordenanzas. (Salmos 119:164)
Mucha paz tienen los que aman Tu ley, Y nada los hace tropezar. (Salmos 119:165)

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Salmos 119:162 - Referencia Cruzada

Cuando lo llevó, vieron que los Amalecitas estaban desparramados sobre toda aquella tierra, comiendo, bebiendo y bailando por el gran botín que habían tomado de la tierra de los Filisteos y de la tierra de Judá. (1 Samuel 30:16)
Cuando se presentaban Tus palabras, yo las comía; Tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, Porque se me llamaba por Tu nombre, Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos. (Jeremías 15:16)
Mejor es ser de espíritu humilde con los pobres Que dividir el botín con los soberbios. (Proverbios 16:19)
Mejor es para mí la ley de Tu boca Que millares de monedas de oro y de plata. (Salmos 119:72)
Multiplicaste la nación, Aumentaste su alegría. Se alegran en Tu presencia Como con la alegría de la cosecha, Como se regocijan los hombres cuando se reparten el botín. (Isaías 9:3)
Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. (Salmos 119:111)