Nueva Biblia Latinoamericana
Tau. Que llegue mi clamor ante Ti, SEÑOR; Conforme a Tu palabra dame entendimiento. (Salmos 119:169)
Llegue mi súplica delante de Ti; Líbrame conforme a Tu palabra. (Salmos 119:170)
Que profieran mis labios alabanzas, Pues Tú me enseñas Tus estatutos. (Salmos 119:171)
Que cante mi lengua de Tu palabra, Porque todos Tus mandamientos son justicia.
Que esté pronta Tu mano a socorrerme, Porque Tus preceptos he escogido. (Salmos 119:173)
Anhelo Tu salvación, SEÑOR, Y Tu ley es mi deleite. (Salmos 119:174)
Que viva mi alma para alabarte, Y que Tus ordenanzas me ayuden. (Salmos 119:175)

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Salmos 119:172 - Referencia Cruzada

He proclamado buenas nuevas de justicia en la gran congregación; No refrenaré mis labios, Oh SEÑOR, Tú lo sabes. (Salmos 40:9)
Así que la Ley es santa, y el mandamiento es santo, justo y bueno. (Romanos 7:12)
Porque sabemos que la Ley es espiritual, pero yo soy carnal, vendido a la esclavitud del pecado. (Romanos 7:14)
No lo ocultaremos a sus hijos, Sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del SEÑOR, Su poder y las maravillas que hizo. (Salmos 78:4)
Todos Tus mandamientos son fieles; Con mentira me han perseguido; ¡ayúdame! (Salmos 119:86)
¡Camada de víboras! ¿Cómo pueden hablar cosas buenas siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. (Mateo 12:34)
Tu justicia es justicia eterna, Y Tu ley verdad. (Salmos 119:142)
Que su conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepan cómo deben responder a cada persona. (Colosenses 4:6)
Hablaré también de Tus testimonios delante de reyes, Y no me avergonzaré. (Salmos 119:46)
No salga de la boca de ustedes ninguna palabra mala (corrompida), sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan. (Efesios 4:29)
He contado con mis labios De todas las ordenanzas de Tu boca. (Salmos 119:13)
Has ordenado Tus testimonios con justicia, Y con suma fidelidad. (Salmos 119:138)
Las enseñarás diligentemente a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. (Deuteronomio 6:7)
La boca del justo profiere sabiduría Y su lengua habla rectitud. (Salmos 37:30)