Nueva Biblia Latinoamericana
Para darle descanso en los días de aflicción, Hasta que se cave una fosa para el impío. (Salmos 94:13)
Porque el SEÑOR no abandonará a Su pueblo, Ni desamparará a Su heredad. (Salmos 94:14)
Porque el juicio volverá a ser justo, Y todos los rectos de corazón lo seguirán. (Salmos 94:15)
¿Quién se levantará por mí contra los malhechores? ¿Quién me defenderá de los que hacen iniquidad?
Si el SEÑOR no hubiera sido mi ayuda, Pronto habría habitado mi alma en el lugar del silencio. (Salmos 94:17)
Si digo: "Mi pie ha resbalado," Tu misericordia, oh SEÑOR, me sostendrá. (Salmos 94:18)
Cuando mis inquietudes se multiplican dentro de mí, Tus consuelos deleitan mi alma. (Salmos 94:19)

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Salmos 94:16 - Referencia Cruzada

Entonces Jehú alzó su rostro hacia la ventana y dijo: "¿Quién está conmigo? ¿Quién?" Y dos o tres oficiales se asomaron desde arriba. (2 Reyes 9:32)
Entonces un hombre, uno de los Israelitas, vino y presentó una Madianita a sus parientes, a la vista de Moisés y a la vista de toda la congregación de los Israelitas, que lloraban a la puerta de la tienda de reunión. (Números 25:6)
Líbrame de los que hacen iniquidad, Y sálvame de los hombres sanguinarios. (Salmos 59:2)
Recorran las calles de Jerusalén, Y miren ahora, e infórmense; Busquen en sus plazas, A ver si hallan algún hombre, Si hay quien haga justicia, que busque la verdad, Y Yo la perdonaré. (Jeremías 5:1)
Maldigan a Meroz,' dijo el ángel del SEÑOR, 'maldigan, maldigan a sus moradores; Porque no vinieron en ayuda del SEÑOR, En ayuda del SEÑOR contra los guerreros.' (Jueces 5:23)
Se rebeló mi corazón dentro de mí, y reprendí a los nobles y a los oficiales y les dije: "Ustedes están cobrando en exceso cada uno a su hermano." Por tanto congregué contra ellos una gran asamblea. (Nehemías 5:7)
El que no está a favor Mío, está contra Mí; y el que no recoge a Mi lado, desparrama. (Mateo 12:30)
Miré, y no había quien ayudara, Me asombré de que no hubiera quien apoyara. Entonces Mi propio brazo obtuvo salvación por Mí, Y fue Mi propio furor el que Me sostuvo. (Isaías 63:5)
Busqué entre ellos alguien que levantara un muro y se pusiera en pie en la brecha delante de Mí a favor de la tierra, para que Yo no la destruyera, pero no lo hallé. (Ezequiel 22:30)
Cuando todo el pueblo lo vio, se postraron sobre su rostro y dijeron: "El SEÑOR, El es Dios; el SEÑOR, El es Dios." (1 Reyes 18:39)
Vio que no había nadie, Y se asombró de que no hubiera quien intercediera. Entonces Su brazo Le trajo salvación, Y Su justicia Lo sostuvo. (Isaías 59:16)
Y sucedía que cuando el arca se ponía en marcha, Moisés decía: "¡Levántate, oh SEÑOR! Y sean dispersados Tus enemigos, Huyan de Tu presencia los que Te aborrecen." (Números 10:35)
se paró Moisés a la puerta del campamento, y dijo: "El que esté por el SEÑOR, venga a mí." Y se juntaron a él todos los hijos de Leví. (Éxodo 32:26)
Levántate, SEÑOR, sal a su encuentro, derríbalo; Con Tu espada libra mi alma del impío. (Salmos 17:13)
Nicodemo, el que había venido a Jesús antes, y que era uno de ellos, les dijo: (Juan 7:50)
Cuando partió de allí, Jehú se encontró con Jonadab, hijo de Recab, que venía a su encuentro, lo saludó y le dijo: "¿Es recto tu corazón como mi corazón es con el tuyo?" Y Jonadab respondió: "Lo es." Y Jehú dijo: " Si lo es, dame la mano." Y le dio su mano y lo hizo subir al carro. (2 Reyes 10:15)
Entonces los jefes y todo el pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas: "Que no haya sentencia de muerte para este hombre, porque en nombre del SEÑOR nuestro Dios nos ha hablado." (Jeremías 26:16)
Por tanto, nosotros debemos acoger a tales hombres, para que seamos colaboradores en pro de la verdad. (3 Juan 1:8)