Reposo
Milagros García KlibanskyCuando leo a David a través de sus Salmos, me maravillo de la fe sincera de su corazón, él dice: "¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío"
(Sal 43.5) Más adelante en el Salmo 116.7 "Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, Porque Jehová te ha hecho bien".