Nueva Biblia Latinoamericana
El lo estableció por testimonio en José, Cuando salió sobre la tierra de Egipto. Un lenguaje que yo no conocía, oí: (Salmos 81:5)
Yo libré su hombro de la carga, Sus manos se libraron de las canastas. (Salmos 81:6)
En la angustia llamaste, y Yo te rescaté; Te respondí en el escondite del trueno; En las aguas de Meriba te probé. (Selah) (Salmos 81:7)
Oye, pueblo Mío, y te amonestaré. ¡Oh Israel, si tú Me oyeras!
No haya en ti dios ajeno, Ni adores a dios extranjero. (Salmos 81:9)
Yo, el SEÑOR, soy tu Dios, Que te saqué de la tierra de Egipto; Abre bien tu boca y la llenaré. (Salmos 81:10)
Pero Mi pueblo no escuchó Mi voz; Israel no Me obedeció. (Salmos 81:11)

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Salmos 81:8 - Referencia Cruzada

Inclinen su oído y vengan a Mí, Escuchen y vivirá su alma. Y haré con ustedes un pacto eterno, Conforme a las fieles misericordias mostradas a David. (Isaías 55:3)
les dijo: "Fijen en su corazón todas las palabras con que les advierto hoy: ordenarán a sus hijos que obedezcan cuidadosamente todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 32:46)
Lo que El ha visto y oído, de eso da testimonio; y nadie recibe Su testimonio. (Juan 3:32)
Oye, pueblo Mío, y hablaré; Israel, Yo testificaré contra ti. Yo soy Dios, tu Dios. (Salmos 50:7)
Si ustedes quieren y obedecen, Comerán lo mejor de la tierra. (Isaías 1:19)
testificando solemnemente, tanto a Judíos como a Griegos, del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. (Hechos 20:21)
¡Oh, si Mi pueblo me oyera, Si Israel anduviera en Mis caminos! (Salmos 81:13)
Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque éste es el testimonio de Dios: que El ha dado testimonio acerca de Su Hijo. (1 Juan 5:9)
Acércate tú, y oye lo que el SEÑOR nuestro Dios dice; entonces dinos todo lo que el SEÑOR nuestro Dios te diga, y lo escucharemos y lo haremos.' (Deuteronomio 5:27)
Y Dios les dijo: "Si escuchas atentamente la voz del SEÑOR tu Dios, y haces lo que es recto ante Sus ojos, y escuchas Sus mandamientos, y guardas todos Sus estatutos, no te enviaré ninguna de las enfermedades que envié sobre los Egipcios. Porque Yo, el SEÑOR, soy tu sanador." (Éxodo 15:26)
En verdad te digo que hablamos lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no reciben nuestro testimonio. (Juan 3:11)