Nueva Biblia Latinoamericana
Oye, pueblo Mío, y te amonestaré. ¡Oh Israel, si tú Me oyeras! (Salmos 81:8)
No haya en ti dios ajeno, Ni adores a dios extranjero. (Salmos 81:9)
Yo, el SEÑOR, soy tu Dios, Que te saqué de la tierra de Egipto; Abre bien tu boca y la llenaré. (Salmos 81:10)
Pero Mi pueblo no escuchó Mi voz; Israel no Me obedeció.
Por eso los entregué a la dureza de su corazón, Para que anduvieran en sus propias intrigas. (Salmos 81:12)
¡Oh, si Mi pueblo me oyera, Si Israel anduviera en Mis caminos! (Salmos 81:13)
En un momento Yo subyugaría a sus enemigos Y volvería Mi mano contra sus adversarios. (Salmos 81:14)

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Salmos 81:11 - Referencia Cruzada

Despreciaste a la Roca que te engendró, Y olvidaste al Dios que te dio a luz. (Deuteronomio 32:18)
¿Ha cambiado alguna nación sus dioses, Aunque ésos no son dioses? Pues Mi pueblo ha cambiado su gloria Por lo que no aprovecha. (Jeremías 2:11)
Ni quisieron aceptar mi consejo, Y despreciaron toda mi reprensión. (Proverbios 1:30)
Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, la gente se congregó alrededor de Aarón, y le dijeron: "Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros. En cuanto a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido." (Éxodo 32:1)
Pero Jesurún (Israel) engordó y dio coces (has engordado, estás cebado y rollizo); Entonces abandonó a Dios que lo hizo, Y despreció a la Roca de su salvación. (Deuteronomio 32:15)
¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merecerá el que ha pisoteado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia? (Hebreos 10:29)
Entonces ellos creyeron en Sus palabras, Y cantaron Su alabanza. (Salmos 106:12)
Sino que esto es lo que les ordené: 'Escuchen Mi voz (Obedézcanme) y Yo seré su Dios y ustedes serán Mi pueblo, y andarán en todo camino por el que Yo los envíe para que les vaya bien.' (Jeremías 7:23)
Pero ellos rehusaron escuchar y volvieron la espalda rebelde y se taparon los oídos para no oír. (Zacarías 7:11)