Nueva Biblia Latinoamericana
Porque es estatuto para Israel, Ordenanza del Dios de Jacob. (Salmos 81:4)
El lo estableció por testimonio en José, Cuando salió sobre la tierra de Egipto. Un lenguaje que yo no conocía, oí: (Salmos 81:5)
Yo libré su hombro de la carga, Sus manos se libraron de las canastas. (Salmos 81:6)
En la angustia llamaste, y Yo te rescaté; Te respondí en el escondite del trueno; En las aguas de Meriba te probé. (Selah)
Oye, pueblo Mío, y te amonestaré. ¡Oh Israel, si tú Me oyeras! (Salmos 81:8)
No haya en ti dios ajeno, Ni adores a dios extranjero. (Salmos 81:9)
Yo, el SEÑOR, soy tu Dios, Que te saqué de la tierra de Egipto; Abre bien tu boca y la llenaré. (Salmos 81:10)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 81:7":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Esta vez alabaré al Señor
Este artículo habla sobre la vida de Jacob y su transformación por el poder de Dios, su descendencia extraordinaria y la importancia de la alabanza como puerta a la redención. El propósito del pueblo de Dios es publicar sus alabanzas, glorificarle y exaltarle en toda su majestad y señorío.


Declarar lo que Dios ha declarado
El Apóstol Héctor Torres habla sobre la importancia de buscar a Dios en oración, declarar lo que Dios ha declarado, ser instrumentos de bendición y cuidar lo que decimos. También destaca la importancia de tener una relación cercana con Dios para recibir sus bendiciones y prosperidad.


Salmos 81:7 - Referencia Cruzada

Entonces el pueblo discutió con Moisés, y le dijeron: "Danos agua para beber." "¿Por qué discuten conmigo?" les dijo Moisés. "¿Por qué tientan al SEÑOR?" (Éxodo 17:2)
Invoca Mi nombre en el día de la angustia; Yo te libraré, y tú Me honrarás." (Salmos 50:15)
Porque en Mí ha puesto su amor, Yo entonces lo libraré; Lo exaltaré, porque ha conocido Mi nombre. (Salmos 91:14)
Pasado mucho tiempo, murió el rey de Egipto. Los Israelitas gemían a causa de la servidumbre, y clamaron. Su clamor subió a Dios, a causa de su servidumbre. (Éxodo 2:23)
Al acercarse Faraón, los Israelitas alzaron los ojos, y vieron que los Egipcios marchaban tras ellos. Entonces los Israelitas tuvieron mucho miedo y clamaron al SEÑOR. (Éxodo 14:10)
A la vigilia de la mañana (2 a 6 a.m.), el SEÑOR miró el ejército de los Egipcios desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión en el ejército de los Egipcios. (Éxodo 14:24)
Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará a la tierra que Yo he dado a los Israelitas, porque ustedes se rebelaron contra Mi orden en las aguas de Meriba. (Números 20:24)
Todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte que humeaba. Cuando el pueblo vio aquello, temblaron, y se mantuvieron a distancia. (Éxodo 20:18)
El sonido de la trompeta aumentaba más y más. Moisés hablaba, y Dios le respondía con el trueno. (Éxodo 19:19)
Aquel día el SEÑOR salvó a Israel de mano de los Egipcios. Israel vio a los Egipcios muertos a la orilla del mar. (Éxodo 14:30)
Aquéllas fueron las aguas de Meriba (Contienda) porque los Israelitas discutieron con el SEÑOR, y El manifestó Su santidad entre ellos. (Números 20:13)
De Leví dijo: "Tu Tumim y Tu Urim sean para Tu hombre santo, A quien pusiste a prueba en Masah, Con quien luchaste en las aguas de Meriba; (Deuteronomio 33:8)