El convoca a los cielos en lo alto Y a la tierra, para juzgar a Su pueblo,
(Salmos 50:4)Y dice: "Junten a Mis santos, Los que han hecho conmigo pacto con sacrificio."
(Salmos 50:5)Y los cielos declaran Su justicia, Porque Dios mismo es el juez. (Selah)
(Salmos 50:6)Oye, pueblo Mío, y hablaré; Israel, Yo testificaré contra ti. Yo soy Dios, tu Dios.
No te reprendo por tus sacrificios, Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de Mí.
(Salmos 50:8)No tomaré novillo de tu casa, Ni machos cabríos de tus corrales.
(Salmos 50:9)Porque Mío es todo animal del bosque, Y el ganado sobre mil colinas.
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Salmos 50:7 - Referencia Cruzada
Yo soy el SEÑOR su Dios. Anden en Mis estatutos, guarden Mis decretos y pónganlos por obra.
(Ezequiel 20:19)Por tanto, aún lidiaré con ustedes," declara el SEÑOR, "también con los hijos de sus hijos lidiaré.
(Jeremías 2:9)Diles: 'Así dice el Señor DIOS: "El día que escogí a Israel y juré a los descendientes de la casa de Jacob, Me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, y les juré: Yo soy el SEÑOR su Dios.
(Ezequiel 20:5)Has declarado hoy que el SEÑOR es tu Dios y que andarás en Sus caminos y guardarás Sus estatutos, Sus mandamientos y Sus ordenanzas, y que escucharás Su voz.
(Deuteronomio 26:17)Vengan ahora, y razonemos," Dice el SEÑOR, "Aunque sus pecados sean como la grana, Como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, Como blanca lana quedarán.
(Isaías 1:18)Para el director del coro. Salmo de los hijos de Coré. Oigan esto, pueblos todos; Escuchen, habitantes todos del mundo,
(Salmos 49:1)Por lo cual el SEÑOR su Dios lo entregó en manos del rey de los Arameos, que lo derrotaron, tomaron de él gran número de cautivos y los llevaron a Damasco. Y también él fue entregado en manos del rey de Israel, el cual lo hirió con gran mortandad.
(2 Crónicas 28:5)Oigan la palabra del SEÑOR, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel.
(Jeremías 2:4)Y meteré la tercera parte en el fuego, Los refinaré como se refina la plata, Y los probaré como se prueba el oro. Invocarán Mi nombre, Y Yo les responderé; Diré: 'Ellos son Mi pueblo,' Y ellos dirán: 'El SEÑOR es mi Dios.'"
(Zacarías 13:9)Porque el SEÑOR, a causa de Su gran nombre, no desamparará a Su pueblo, pues el SEÑOR se ha complacido en hacerlos pueblo Suyo.
(1 Samuel 12:22)Los amonestaste para que volvieran a Tu ley, Pero ellos obraron con soberbia y no escucharon Tus mandamientos, sino que pecaron contra Tus ordenanzas, Las cuales si el hombre las cumple, por ellas vivirá. Dieron la espalda en rebeldía, fueron tercos y no escucharon.
(Nehemías 9:29)Oye, pueblo Mío, y te amonestaré. ¡Oh Israel, si tú Me oyeras!
(Salmos 81:8)Ahora pues, escriban este cántico para ustedes, y tú, enséñaselo a los Israelitas; ponlo en su boca, para que este cántico Me sea por testigo contra los Israelitas.
(Deuteronomio 31:19)Yo, el SEÑOR, soy tu Dios, Que te saqué de la tierra de Egipto; Abre bien tu boca y la llenaré.
(Salmos 81:10)Y les dije: 'Cada uno arroje las cosas detestables que les atraen, y no se contaminen con los ídolos de Egipto; Yo soy el SEÑOR su Dios.'
(Ezequiel 20:7)El SEÑOR amonestaba a Israel y a Judá por medio de todos Sus profetas y de todo vidente, diciendo: "Vuélvanse de sus malos caminos y guarden Mis mandamientos, Mis estatutos conforme a toda la ley que ordené a sus padres y que les envié por medio de Mis siervos los profetas."
(2 Reyes 17:13)Ahora pues, si en verdad escuchan Mi voz y guardan Mi pacto, serán Mi especial tesoro entre todos los pueblos, porque Mía es toda la tierra.
(Éxodo 19:5)Me acercaré a ustedes para el juicio, y seré un testigo veloz contra los hechiceros, contra los adúlteros, contra los que juran en falso y contra los que oprimen al jornalero en su salario, a la viuda y al huérfano, contra los que niegan el derecho del extranjero y los que no Me temen," dice el SEÑOR de los ejércitos.
(Malaquías 3:5)Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre (de la esclavitud).
(Éxodo 20:2)Oigan ahora lo que dice el SEÑOR: "Levántate, litiga con los montes, Y oigan las colinas tu voz.
(Miqueas 6:1)