Nueva Biblia Latinoamericana
El viento sopla por donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquél que es nacido del Espíritu." (Juan 3:8)
Nicodemo Le preguntó: "¿Cómo puede ser esto? (Juan 3:9)
Jesús le respondió: "Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas? (Juan 3:10)
En verdad te digo que hablamos lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no reciben nuestro testimonio.
Si les he hablado de las cosas terrenales, y no creen, ¿cómo creerán si les hablo de las celestiales? (Juan 3:12)
Nadie ha subido al cielo, sino Aquél que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo. (Juan 3:13)
Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre, (Juan 3:14)

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Juan 3:11 - Referencia Cruzada

¿Quién ha creído a nuestro mensaje? ¿A quién se ha revelado el brazo del SEÑOR? (Isaías 53:1)
Porque Yo no he hablado por Mi propia cuenta, sino que el Padre mismo que Me ha enviado Me ha dado mandamiento sobre lo que he de decir y lo que he de hablar. (Juan 12:49)
Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El Lo ha dado a conocer. (Juan 1:18)
¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! (Mateo 23:37)
Jesús le contestó: "En verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios." (Juan 3:3)
Todas las cosas Me han sido entregadas por Mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar." (Lucas 10:22)
Jesús les respondió: "Aunque Yo doy testimonio de Mí mismo, Mi testimonio es verdadero, porque Yo sé de dónde he venido y adónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengo ni adónde voy. (Juan 8:14)
Todas las cosas Me han sido entregadas por Mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. (Mateo 11:27)
Lo que El ha visto y oído, de eso da testimonio; y nadie recibe Su testimonio. (Juan 3:32)
Nadie ha subido al cielo, sino Aquél que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo. (Juan 3:13)
¿Por qué cuando vine no había nadie, Y cuando llamé no había quien respondiera? ¿Acaso es tan corta Mi mano que no puede rescatar, O no tengo poder para librar? Con Mi reprensión seco el mar, Convierto los ríos en desierto. Sus peces huelen mal por falta de agua, Mueren de sed. (Isaías 50:2)
y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con Su sangre, (Apocalipsis 1:5)
Si Yo solo doy testimonio de Mí mismo, Mi testimonio no es verdadero. (Juan 5:31)
y vi al Señor que me decía: 'Apresúrate y sal pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de Mí.' (Hechos 22:18)
Extendí Mis manos todo el día hacia un pueblo rebelde, Que anda por el camino que no es bueno, en pos de sus pensamientos. (Isaías 65:2)
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, esto escribimos acerca del Verbo de vida. (1 Juan 1:1)
Yo he venido en nombre de Mi Padre y ustedes no Me reciben; si otro viene en su propio nombre, a ése recibirán. (Juan 5:43)
Jesús entonces les respondió: "Mi enseñanza no es Mía, sino del que Me envió. (Juan 7:16)
Por eso Jesús les dijo: "Cuando ustedes levanten al Hijo del Hombre, entonces sabrán que Yo soy y que no hago nada por Mi cuenta, sino que hablo estas cosas como el Padre Me enseñó. (Juan 8:28)
Este es Aquél que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. (1 Juan 5:6)
en los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento (la mente) de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios. (2 Corintios 4:4)
El que no Me ama, no guarda Mis palabras; y la palabra que ustedes oyen no es Mía, sino del Padre que Me envió. (Juan 14:24)
Lo he puesto por testigo a los pueblos, Por guía y jefe de las naciones. (Isaías 55:4)
Escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: 'El Amén, el Testigo fiel y verdadero, el Principio de la creación de Dios, dice esto: (Apocalipsis 3:14)
Pero aunque había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en El, (Juan 12:37)
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A lo Suyo vino, y los Suyos no Lo recibieron. (Juan 1:11)
Yo hablo lo que he visto con Mi Padre; ustedes, entonces, hacen también lo que oyeron de su padre." (Juan 8:38)
Y habiéndole fijado un día, vinieron en gran número adonde él se alojaba. Desde la mañana hasta la tarde les explicaba testificando fielmente sobre el reino de Dios, procurando persuadirlos acerca de Jesús, tanto por la Ley de Moisés como por los Profetas. (Hechos 28:23)