Nueva Biblia Latinoamericana
Muchos toros me han rodeado; Toros fuertes de Basán me han cercado. (Salmos 22:12)
Avidos abren su boca contra mí, Como un león que despedaza y ruge. (Salmos 22:13)
Soy derramado como agua, Y todos mis huesos están descoyuntados; Mi corazón es como cera; Se derrite en medio de mis entrañas. (Salmos 22:14)
Como un tiesto se ha secado mi vigor, Y la lengua se me pega al paladar; Me has puesto en el polvo de la muerte.
Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malhechores; Me horadaron las manos y los pies. (Salmos 22:16)
Puedo contar todos mis huesos; Ellos me miran, me observan. (Salmos 22:17)
Se reparten entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echan suertes. (Salmos 22:18)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 22:15":

Nancy G. Marquez
Amparados bajo la sombra de Dios
Artículo sobre cómo encontrar refugio en Dios en momentos de dificultad, basado en el salmo 91:1 y la experiencia del salmista David. Escrito por Nancy G. Marquez.


Samuel Acevedo
Dios mío, por qué me has desamparado?
El pastor habla sobre cómo sentir la presencia de Dios y confiar en su guía y protección, incluso en momentos de sentirse perdido y abandonado.


Salmos 22:15 - Referencia Cruzada

Con el sudor de tu rostro Comerás el pan Hasta que vuelvas a la tierra, Porque de ella fuiste tomado; Pues polvo eres, Y al polvo volverás." (Génesis 3:19)
Mientras callé mi pecado , mi cuerpo se consumió Con mi gemir durante todo el día. (Salmos 32:3)
Entonces Jesús, clamando otra vez a gran voz, exhaló el espíritu. (Mateo 27:50)
Por tanto, Yo Le daré parte con los grandes Y con los fuertes repartirá despojos, Porque derramó Su alma hasta la muerte Y con los transgresores fue contado; Llevó el pecado de muchos, E intercedió por los transgresores. (Isaías 53:12)
Entonces, ¿por qué no perdonas mi transgresión Y quitas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo; Y Tú me buscarás, pero ya no existiré." (Job 7:21)
Y por comida me dieron hiel, Y para mi sed me dieron a beber vinagre. (Salmos 69:21)
Y Abraham respondió: "Ahora que me he atrevido a hablar al Señor, yo que soy polvo y ceniza. (Génesis 18:27)
Acuérdate ahora que me has modelado como a barro, ¿Y me harás volver al polvo? (Job 10:9)
¿Qué provecho hay en mi sangre (mi muerte) si desciendo al sepulcro? ¿Acaso Te alabará el polvo? ¿Anunciará Tu fidelidad? (Salmos 30:9)
Cansado estoy de llorar; reseca está mi garganta; Mis ojos desfallecen mientras espero a mi Dios. (Salmos 69:3)
Palpita mi corazón, mis fuerzas me abandonan, Y aun la luz de mis ojos se ha ido de mí. (Salmos 38:10)
La voz de los nobles se apagaba, Y la lengua se les pegaba al paladar. (Job 29:10)
El corazón alegre es buena medicina, Pero el espíritu quebrantado seca los huesos. (Proverbios 17:22)
Toda carne (toda la humanidad) a una perecería, Y el hombre volvería al polvo. (Job 34:15)
La lengua del niño de pecho se le pega Al paladar por la sed; Los pequeños piden pan, Pero no hay quien se lo reparta. (Lamentaciones 4:4)
Porque yo les entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo (el Mesías) murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; (1 Corintios 15:3)
Después de esto, sabiendo Jesús que todo ya se había consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo: "Tengo sed." (Juan 19:28)
Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el desprecio eterno. (Daniel 12:2)
Escondes Tu rostro, se turban; Les quitas el aliento, expiran, Y vuelven al polvo. (Salmos 104:29)