Bendeciré al SEÑOR que me aconseja; En verdad, en las noches mi corazón me instruye.
(Salmos 16:7)
Al SEÑOR he puesto continuamente delante de mí; Porque está a mi diestra, permaneceré firme.
(Salmos 16:8)
Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; También mi carne morará segura,
(Salmos 16:9)
Porque Tú no abandonarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que Tu Santo sufra corrupción.
Me darás a conocer la senda de la vida; En Tu presencia hay plenitud de gozo; En Tu diestra hay deleites para siempre.
(Salmos 16:11)
Oración de David. Oye, oh SEÑOR, una causa justa; atiende a mi clamor; Presta oído a mi oración, que no es de labios engañosos.
(Salmos 17:1)
Que de Tu presencia venga mi vindicación; Que Tus ojos vean lo que es justo.
(Salmos 17:2)
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Salmos 16:10 - Referencia Cruzada
El Seol (región de los muertos), desde abajo, se estremece por ti al recibirte en tu venida; Por ti despierta a los espíritus de los muertos, a todos los jefes de la tierra; Levanta de sus tronos a todos los reyes de las naciones.
(Isaías 14:9)
Aunque caven hasta el Seol (región de los muertos), De allí los tomará Mi mano; Y aunque suban al cielo, De allí los haré bajar.
(Amós 9:2)
Por tanto dice también en otro salmo: 'NO PERMITIRAS QUE TU SANTO VEA CORRUPCION.'
(Hechos 13:35)
Porque fuego se ha encendido en Mi ira, Que quema hasta las profundidades del Seol (región de los muertos), Consume la tierra con su fruto, E incendia los fundamentos de los montes.
(Deuteronomio 32:22)
Altos son como los cielos; ¿qué puedes tú hacer? Más profundos son que el Seol (región de los muertos); ¿qué puedes tú saber?
(Job 11:8)
Los impíos volverán al Seol, O sea, todas las naciones que se olvidan de Dios.
(Salmos 9:17)
Esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.
(1 Corintios 15:50)
Pero ustedes repudiaron al Santo y Justo, y pidieron que se les concediera un asesino,
(Hechos 3:14)
y el que vive, y estuve muerto. Pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades (región de los muertos).
(Apocalipsis 1:18)
Durante todos los días de su nazareato para el SEÑOR, no se acercará a persona muerta.
(Números 6:6)
No se harán sajaduras en su cuerpo por un muerto, ni se harán tatuajes. Yo soy el SEÑOR.
(Levítico 19:28)
El Seol y el Abadón están delante del SEÑOR, ¡Cuánto más los corazones de los hombres!
(Proverbios 15:11)
El Seol y el Abadón nunca se sacian; Tampoco se sacian los ojos del hombre.
(Proverbios 27:20)
Setenta semanas han sido decretadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, para terminar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar santísimo.
(Daniel 9:24)
Así es también la resurrección de los muertos. Se siembra un cuerpo corruptible, se resucita un cuerpo incorruptible;
(1 Corintios 15:42)
Si subo a los cielos, allí estás Tú; Si en el Seol preparo mi lecho, allí Tú estás.
(Salmos 139:8)
El ángel le respondió: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios.
(Lucas 1:35)
En el Hades (la región de los muertos) el rico alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno.
(Lucas 16:23)
Déjanos. ¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién Tú eres: el Santo de Dios."
(Lucas 4:34)
Pero Dios redimirá mi alma del poder del Seol, Pues El me recibirá. (Selah)
(Salmos 49:15)
PUES TU NO ABANDONARAS MI ALMA EN EL HADES (región de los muertos), NI PERMITIRAS QUE TU SANTO VEA CORRUPCION.
(Hechos 2:27)
Por tanto el Seol (región de los muertos) ha ensanchado su garganta y ha abierto sin medida su boca. Y a él desciende el esplendor de Jerusalén, su multitud, su alboroto y el que se divertía en ella.
(Isaías 5:14)
El mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades (la región de los muertos) entregaron a los muertos que estaban en ellos. Y fueron juzgados, cada uno según sus obras.
(Apocalipsis 20:13)