Nueva Biblia Latinoamericana
Se multiplicarán las aflicciones de aquéllos que han corrido tras otro dios ; No derramaré yo sus libaciones de sangre, Ni sus nombres pronunciarán mis labios. (Salmos 16:4)
El SEÑOR es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. (Salmos 16:5)
Las cuerdas me cayeron en lugares agradables; En verdad es hermosa la herencia que me ha tocado. (Salmos 16:6)
Bendeciré al SEÑOR que me aconseja; En verdad, en las noches mi corazón me instruye.
Al SEÑOR he puesto continuamente delante de mí; Porque está a mi diestra, permaneceré firme. (Salmos 16:8)
Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; También mi carne morará segura, (Salmos 16:9)
Porque Tú no abandonarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que Tu Santo sufra corrupción. (Salmos 16:10)

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Salmos 16:7 - Referencia Cruzada

Con rectitud de corazón Te daré gracias, Al aprender Tus justos juicios. (Salmos 119:7)
De noche me acordaré de mi canción; En mi corazón meditaré, Y mi espíritu indaga: (Salmos 77:6)
En esos días Jesús se fue al monte a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios. (Lucas 6:12)
A sus hijos mataré con pestilencia, y todas las iglesias sabrán que Yo soy el que escudriña las mentes y los corazones, y les daré a cada uno según sus obras. (Apocalipsis 2:23)
Mis ojos se anticipan a las vigilias de la noche, Para meditar en Tu palabra. (Salmos 119:148)
Tú has probado mi corazón, Me has visitado de noche; Me has puesto a prueba y nada hallaste. He resuelto que mi boca no peque. (Salmos 17:3)
Yo, el SEÑOR, escudriño el corazón, Pruebo los pensamientos, Para dar a cada uno según sus caminos, Según el fruto de sus obras. (Jeremías 17:10)
Dios mío, de día clamo y no respondes; Y de noche, pero no hay para mí reposo. (Salmos 22:2)
Cuando mi corazón se llenó de amargura, Y en mi interior sentía punzadas, (Salmos 73:21)
Y reposará sobre El el Espíritu del SEÑOR, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR. (Isaías 11:2)
Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: "Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña para tu beneficio, Que te conduce por el camino en que debes andar. (Isaías 48:17)
En el día de mi angustia busqué al Señor; En la noche mi mano se extendía sin cansarse; Mi alma rehusaba ser consolada. (Salmos 77:2)
Mío es el consejo y la prudencia, Yo soy la inteligencia, el poder es mío. (Proverbios 8:14)
El Señor DIOS Me ha dado lengua de discípulo, Para que Yo sepa sostener con una palabra al fatigado. Mañana tras mañana Me despierta, Despierta Mi oído para escuchar como los discípulos. (Isaías 50:4)
Tú los plantas, y echan raíces; Crecen, dan fruto. Cerca estás de sus labios, Pero lejos de su corazón. (Jeremías 12:2)
Cuando en mi lecho me acuerdo de Ti, En Ti medito durante las vigilias de la noche. (Salmos 63:6)
Con Tu consejo me guiarás, Y después me recibirás en gloria. (Salmos 73:24)
Por la noche me acuerdo de Tu nombre, oh SEÑOR, Y guardo Tu ley. (Salmos 119:55)
En la noche Te desea mi alma, En verdad mi espíritu dentro de mí Te busca con diligencia. Porque cuando la tierra tiene conocimiento de Tus juicios, Aprenden justicia los habitantes del mundo. (Isaías 26:9)
De día mandará el SEÑOR Su misericordia, Y de noche Su cántico estará conmigo; Elevaré una oración al Dios de mi vida. (Salmos 42:8)