Nueva Biblia Latinoamericana
El primer hombre es de la tierra, terrenal (hecho del polvo); el segundo hombre es del cielo. (1 Corintios 15:47)
Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así son también los que son celestiales. (1 Corintios 15:48)
Y tal como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. (1 Corintios 15:49)
Esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.
Así que les digo un misterio: no todos dormiremos (moriremos), pero todos seremos transformados (1 Corintios 15:51)
en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. (1 Corintios 15:52)
Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. (1 Corintios 15:53)

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Reflexión sobre la brevedad de la vida en la tierra y la importancia de vivir para agradar a Dios, mientras nos preparamos para la eternidad. author: Miriam Carrasquillo, title: Esta tierra no es eterna y pasará tan rápido como el día de ayer, summary: La vida en esta tierra es corta y perecedera, por lo que no debemos apegarnos demasiado a las cosas de este mundo. Debemos arraigarnos en las promesas de Dios y vivir nuestra estadía en la tierra para agradarle a Él, sabiendo que nuestra eternidad está en los cielos. Solo Dios sabe cuánto tiempo le queda a esta tierra, por lo que debemos aprovechar cada momento para equiparnos para la eternidad.


1 Corintios 15:50 - Referencia Cruzada

Lo que digo es esto: la Ley, que vino 430 años más tarde, no invalida un pacto ratificado anteriormente por Dios, como para anular la promesa. (Gálatas 3:17)
Esto lo digo para que nadie los engañe con razonamientos persuasivos (sutiles). (Colosenses 2:4)
Entonces Jesús le dijo: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino Mi Padre que está en los cielos. (Mateo 16:17)
Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos. (2 Corintios 5:1)
Pero esto digo, hermanos: el tiempo ha sido acortado; de modo que de ahora en adelante los que tienen mujer sean como si no la tuvieran; (1 Corintios 7:29)
Pero esto digo: el que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente (con bendiciones), abundantemente (con bendiciones) también segará. (2 Corintios 9:6)
Me refiero a que cada uno de ustedes dice: "Yo soy de Pablo," otro: "yo de Apolos," otro: "yo de Cefas," y otro: "yo de Cristo." (1 Corintios 1:12)
Esto digo, pues, y afirmo juntamente con el Señor: que ustedes ya no anden así como andan también los Gentiles (paganos), en la vanidad de su mente. (Efesios 4:17)
Jesús le contestó: "En verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios." (Juan 3:3)
Digo, pues: anden por el Espíritu, y no cumplirán el deseo de la carne. (Gálatas 5:16)
Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos, pero Dios destruirá a los dos. Sin embargo, el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor es para el cuerpo. (1 Corintios 6:13)