Nueva Biblia Latinoamericana
Al SEÑOR he puesto continuamente delante de mí; Porque está a mi diestra, permaneceré firme. (Salmos 16:8)
Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; También mi carne morará segura, (Salmos 16:9)
Porque Tú no abandonarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que Tu Santo sufra corrupción. (Salmos 16:10)
Me darás a conocer la senda de la vida; En Tu presencia hay plenitud de gozo; En Tu diestra hay deleites para siempre.
Oración de David. Oye, oh SEÑOR, una causa justa; atiende a mi clamor; Presta oído a mi oración, que no es de labios engañosos. (Salmos 17:1)
Que de Tu presencia venga mi vindicación; Que Tus ojos vean lo que es justo. (Salmos 17:2)
Tú has probado mi corazón, Me has visitado de noche; Me has puesto a prueba y nada hallaste. He resuelto que mi boca no peque. (Salmos 17:3)

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Salmos 16:11 - Referencia Cruzada

quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que Le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades. (1 Pedro 3:22)
Pero estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. (Mateo 7:14)
Y ve si hay en mí camino malo, Y guíame en el camino eterno. (Salmos 139:24)
Estos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna." (Mateo 25:46)
Entonces, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue recibido en el cielo y se sentó a la diestra de Dios. (Marcus 16:19)
Pero si el Espíritu de Aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de Su Espíritu que habita en ustedes. (Romanos 8:11)
En la senda de la justicia está la vida, Y en su camino no hay muerte. (Proverbios 12:28)
Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido. (1 Corintios 13:12)
y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios. (Efesios 3:19)
Y a Aquél que es poderoso para guardarlos a ustedes sin caída y para presentarlos sin mancha en presencia de Su gloria con gran alegría, (Judas 1:24)
En cuanto a mí, en justicia contemplaré Tu rostro; Al despertar, me saciaré cuando contemple Tu semblante. (Salmos 17:15)
ME HAS HECHO CONOCER LOS CAMINOS DE LA VIDA; ME LLENARAS DE GOZO CON TU PRESENCIA.' (Hechos 2:28)
Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a El, porque Lo veremos como El es. (1 Juan 3:2)
Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, (2 Corintios 4:17)
Por eso están delante del trono de Dios, y Le sirven día y noche en Su templo; y Aquél que está sentado en el trono extenderá Su tabernáculo sobre ellos. (Apocalipsis 7:15)
Vida Te pidió y Tú se la diste, Largura de días eternamente y para siempre. (Salmos 21:4)
Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 22:5)
Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios. (Mateo 5:8)
Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va aumentando en resplandor hasta que es pleno día. (Proverbios 4:18)
Vendrán muchos pueblos, y dirán: "Vengan, subamos al monte del SEÑOR, A la casa del Dios de Jacob, Para que nos enseñe acerca de Sus caminos, Y andemos en Sus sendas." Porque de Sion saldrá la ley (la instrucción), Y de Jerusalén la palabra del SEÑOR. (Isaías 2:3)
y dijo: "Veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios." (Hechos 7:56)
Por medio de El son creyentes en Dios, que Lo resucitó de entre los muertos y Le dio gloria, de manera que la fe y esperanza de ustedes sean en Dios. (1 Pedro 1:21)
Y pondrá las ovejas a Su derecha y los cabritos a la izquierda. (Mateo 25:33)
No considera la senda de la vida; Sus senderos son inestables, y no lo sabe. (Proverbios 5:6)
¡Cuán preciosa es, oh Dios, Tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de Tus alas. (Salmos 36:7)