Nueva Biblia Latinoamericana
Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. (Santiago 1:22)
Porque si alguien es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; (Santiago 1:23)
pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es. (Santiago 1:24)
Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace.
Si alguien se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana. (Santiago 1:26)
La religión pura y sin mancha delante de nuestro Dios y Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y guardarse sin mancha del mundo. (Santiago 1:27)
Hermanos míos, no tengan su fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo con una actitud de favoritismo. (Santiago 2:1)

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Santiago 1:25 - Referencia Cruzada

Bienaventurados los que guardan el juicio, Los que practican la justicia en todo tiempo. (Salmos 106:3)
La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; El testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo. (Salmos 19:7)
Así que habiendo recibido ayuda de Dios, continúo hasta este día testificando tanto a pequeños como a grandes, no declarando más que lo que los profetas y Moisés dijeron que sucedería: (Hechos 26:22)
Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que han recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: "¡Abba, Padre!" (Romanos 8:15)
En cuanto a ustedes, que permanezca en ustedes lo que oyeron desde el principio. Si en ustedes permanece lo que oyeron desde el principio, ustedes también permanecerán en el Hijo y en el Padre. (1 Juan 2:24)
Entonces oí una voz del cielo que decía: "Escribe: 'Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor.'" "Sí," dice el Espíritu, "para que descansen de sus trabajos, porque sus obras van con ellos." (Apocalipsis 14:13)
Al contrario," le contestó Jesús, "dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan." (Lucas 11:28)
Todo el que viene a Mí y oye Mis palabras y las pone en práctica, les mostraré a quién es semejante: (Lucas 6:47)
Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres. (Juan 8:36)
Anden como libres, pero no usen la libertad como pretexto para la maldad, sino empléenla como siervos de Dios. (1 Pedro 2:16)
¡Cuán bienaventurados son los que guardan Sus testimonios, Y con todo el corazón Lo buscan! (Salmos 119:2)
Cuídense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados. (Hebreos 12:15)
¡A la ley y al testimonio! Si ellos no hablan conforme a esta palabra, es porque no hay para ellos amanecer. (Isaías 8:20)
Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración. (Hechos 2:42)
Pero se salvará engendrando hijos, si permanece en fe, amor y santidad, con modestia. (1 Timoteo 2:15)
Esto El hará si en verdad permanecen en la fe bien cimentados y constantes, sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro (servidor). (Colosenses 1:23)
Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad. (2 Corintios 3:17)
Y esto fue por causa de los falsos hermanos introducidos secretamente, que se habían infiltrado para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de someternos a esclavitud, (Gálatas 2:4)
He visto un límite a toda perfección; Tu mandamiento es sumamente amplio. (Salmos 119:96)
Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: severidad para con los que cayeron, pero para ti, bondad de Dios si permaneces en Su bondad. De lo contrario también tú serás cortado. (Romanos 11:22)
Para libertad fue que Cristo nos hizo libres. Por tanto, permanezcan firmes, y no se sometan otra vez al yugo de esclavitud. (Gálatas 5:1)
Como el Padre Me ha amado, así también Yo los he amado; permanezcan en Mi amor. (Juan 15:9)
Porque si alguien es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; (Santiago 1:23)
Pónganse a prueba para ver si están en la fe. Examínense a sí mismos. ¿O no se reconocen a ustedes mismos de que Jesucristo está en ustedes, a menos de que en verdad no pasen la prueba? (2 Corintios 13:5)
Y andaré en libertad, Porque busco Tus preceptos. (Salmos 119:45)
Porque en el hombre interior me deleito con la Ley de Dios, (Romanos 7:22)
Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza. Persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan. (1 Timoteo 4:16)
Así que la Ley es santa, y el mandamiento es santo, justo y bueno. (Romanos 7:12)
El simple todo lo cree, Pero el prudente mira bien sus pasos. (Proverbios 14:15)
Si saben esto, serán felices si lo practican." (Juan 13:17)
Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas a la ciudad. (Apocalipsis 22:14)
Así hablen ustedes y así procedan, como los que han de ser juzgados por la ley de la libertad. (Santiago 2:12)
Si temen al SEÑOR y Le sirven, escuchan Su voz y no se rebelan contra el mandamiento del SEÑOR, entonces ustedes, como el rey que reine sobre ustedes, estarán siguiendo al SEÑOR su Dios. (1 Samuel 12:14)
Por el camino de Tus mandamientos correré, Porque Tú ensancharás mi corazón. (Salmos 119:32)
Entonces Jesús decía a los Judíos que habían creído en El: "Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos; (Juan 8:31)
Terminada la reunión de la sinagoga, muchos de los Judíos y de los prosélitos (Gentiles convertidos al Judaísmo) temerosos de Dios siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes, hablándoles, les instaban a perseverar en la gracia de Dios. (Hechos 13:43)
a los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna; (Romanos 2:7)
Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano. (1 Corintios 15:58)