Nueva Biblia Latinoamericana
Esto lo saben, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; (Santiago 1:19)
pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios. (Santiago 1:20)
Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas. (Santiago 1:21)
Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.
Porque si alguien es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; (Santiago 1:23)
pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es. (Santiago 1:24)
Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace. (Santiago 1:25)

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Santiago 1:22 - Referencia Cruzada

Hijos míos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como El es justo. (1 Juan 3:7)
Amado, no imites lo malo sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios. El que hace lo malo no ha visto a Dios. (3 Juan 1:11)
Y todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de El a Dios el Padre. (Colosenses 3:17)
Por tanto, Yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro." (Apocalipsis 22:7)
Y en esto sabemos que Lo hemos llegado a conocer: si guardamos Sus mandamientos. (1 Juan 2:3)
Porque cualquiera que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos, ése es Mi hermano y Mi hermana y Mi madre." (Mateo 12:50)
No se dejen engañar: "Las malas compañías corrompen las buenas costumbres." (1 Corintios 15:33)
sufriendo el mal como pago de su iniquidad. Cuentan por deleite andar en placeres disolutos durante el día. Son manchas e inmundicias, deleitándose en sus engaños mientras banquetean con ustedes. (2 Pedro 2:13)
¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo? (Santiago 2:14)
Nadie se engañe a sí mismo. Si alguien de ustedes se cree sabio según este mundo, hágase necio a fin de llegar a ser sabio. (1 Corintios 3:18)
¿O no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se dejen engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, (1 Corintios 6:9)
Al contrario," le contestó Jesús, "dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan." (Lucas 11:28)
Se alimenta de cenizas; el corazón engañado le ha extraviado. A sí mismo no se puede librar, ni decir: "¿No es mentira lo que tengo en mi diestra?" (Isaías 44:20)
Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. (Apocalipsis 12:9)
Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros. (Tito 3:3)
A aquél, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado. (Santiago 4:17)
enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden (he aquí)! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:20)
Porque si alguien se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. (Gálatas 6:3)
No todo el que Me dice: 'Señor, Señor,' entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos. (Mateo 7:21)
Si alguien se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana. (Santiago 1:26)
¿Por qué ustedes Me llaman: 'Señor, Señor,' y no hacen lo que Yo digo? (Lucas 6:46)
Si saben esto, serán felices si lo practican." (Juan 13:17)
Porque no son los oidores de la Ley los justos ante Dios, sino los que cumplen la Ley; ésos serán justificados. (Romanos 2:13)
No se dejen engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. (Gálatas 6:7)
Y aquel siervo que sabía la voluntad de su señor, y que no se preparó ni obró conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; (Lucas 12:47)
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. (1 Juan 1:8)
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto mediten. (Filipenses 4:8)
La soberbia de tu corazón te ha engañado, Tú que habitas en las hendiduras de la peña, En las alturas de tu morada; Que dices en tu corazón: '¿Quién me derribará por tierra?' (Abdías 1:3)