pues la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
(Santiago 1:20)Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas.
(Santiago 1:21)Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.
(Santiago 1:22)Porque si alguien es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo;
pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es.
(Santiago 1:24)Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace.
(Santiago 1:25)Si alguien se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana.
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Santiago 1:23 - Referencia Cruzada
Todo el que oye estas palabras Mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena;
(Mateo 7:26)Todo el que viene a Mí y oye Mis palabras y las pone en práctica, les mostraré a quién es semejante:
(Lucas 6:47)Y vienen a ti como viene el pueblo, y se sientan delante de ti como pueblo Mío, oyen tus palabras y no las cumplen sino que siguen los deseos sensuales expresados por su boca, y sus corazones andan tras sus ganancias.
(Ezequiel 33:31)A fin de encontrar de qué acusar a Jesús, los escribas y los Fariseos Lo observaban atentamente para ver si sanaba en el día de reposo.
(Lucas 6:7)¿De qué sirve, hermanos míos, si alguien dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo?
(Santiago 2:14)En cuanto al mensaje que nos has hablado en el nombre del SEÑOR, no vamos a escucharte,
(Jeremías 44:16)