Efesios 4:12 - Referencia Cruzada

Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. (2 Corintios 7:1)

Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, (1 Timoteo 1:12)

el cual, cuando vino y vio la gracia de Dios, se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme permanecieran fieles al Señor; (Hechos 11:23)

Díganle a Arquipo: "Cuida el ministerio que has recibido del Señor, para que lo cumplas." (Colosenses 4:17)

¿cómo no será aún con más gloria el ministerio del Espíritu? (2 Corintios 3:8)

El que habla en lenguas, a sí mismo se edifica, pero el que profetiza edifica a la iglesia. (1 Corintios 14:4)

Y sé que cuando vaya a ustedes, iré en la plenitud de la bendición de Cristo. (Romanos 15:29)

Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil para el ministerio. (2 Timoteo 4:11)

A El nosotros proclamamos (anunciamos), amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo. (Colosenses 1:28)

¿Qué hay que hacer, pues, hermanos? Cuando se reúnan, cada cual aporte salmo, enseñanza, revelación, lenguas o interpretación. Que todo se haga para edificación. (1 Corintios 14:26)

Por tanto, confórtense (aliéntense) los unos a los otros, y edifíquense el uno al otro, tal como lo están haciendo. (1 Tesalonicenses 5:11)

Cuando acabaron de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿Me amas más que éstos?" "Sí, Señor, Tú sabes que Te quiero," Le contestó* Pedro. Jesús le dijo: "Apacienta Mis corderos." (Juan 21:15)

Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común. (1 Corintios 12:7)

Ahora me alegro de mis sufrimientos por ustedes, y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por Su cuerpo, que es la iglesia. (Colosenses 1:24)

la cual es Su cuerpo, la plenitud de Aquél que lo llena todo en todo. (Efesios 1:23)

si el de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; (Romanos 12:7)

Que todo hombre nos considere de esta manera: como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. (1 Corintios 4:1)

Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. (1 Corintios 14:14)

No es que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. (Filipenses 3:12)

Y convencido de esto, sé que permaneceré y continuaré con todos ustedes para su progreso y gozo en la fe, (Filipenses 1:25)

Obedezcan a sus pastores (guías) y sujétense a ellos, porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta. Permítanles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para ustedes. (Hebreos 13:17)

para ocupar (tomar el lugar de) este ministerio y apostolado, del cual Judas se desvió para irse al lugar que le correspondía." (Hechos 1:25)

Así también ustedes, puesto que anhelan dones espirituales, procuren abundar en ellos para la edificación de la iglesia. (1 Corintios 14:12)

Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo. (Hechos 9:31)

Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para su edificación. (Romanos 15:2)

Pero tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un evangelista, cumple tu ministerio. (2 Timoteo 4:5)

Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió con El mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; (2 Corintios 5:18)

pero Yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos." (Lucas 22:32)

Porque Judas era contado entre nosotros y recibió parte en este ministerio." (Hechos 1:17)

Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios. (Hechos 20:24)

Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también ustedes fueron llamados en una misma esperanza de su vocación; (Efesios 4:4)

En cuanto a ustedes, hermanos míos, yo mismo estoy también convencido de que ustedes están llenos de bondad, llenos de todo conocimiento y capaces también de amonestarse los unos a los otros. (Romanos 15:14)

No dando nosotros en nada motivo de tropiezo, para que el ministerio no sea desacreditado. (2 Corintios 6:3)

de quien todo el cuerpo, estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen, conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor. (Efesios 4:16)

Por tanto, dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo (el Mesías), avancemos hacia la madurez (perfección), no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas y de la fe en Dios, (Hebreos 6:1)

fortaleciendo los ánimos (las almas) de los discípulos, exhortándolos a que perseveraran en la fe, y diciendo: "Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios." (Hechos 14:22)

Tengan cuidado de sí mismos y de toda la congregación, en medio de la cual el Espíritu Santo les ha hecho obispos (supervisores) para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con Su propia sangre. (Hechos 20:28)

Pues nos regocijamos cuando nosotros somos débiles, pero ustedes son fuertes; también oramos por esto: que ustedes sean hechos perfectos. (2 Corintios 13:9)

Así que procuremos lo que contribuye a la paz y a la edificación mutua. (Romanos 14:19)

No salga de la boca de ustedes ninguna palabra mala (corrompida), sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan. (Efesios 4:29)

Por tanto, puesto que tenemos este ministerio, según hemos recibido misericordia, no desfallecemos. (2 Corintios 4:1)

Todo este tiempo ustedes han estado pensando que nos defendíamos ante ustedes. En realidad, es delante de Dios que hemos estado hablando en Cristo; y todo esto, amados, es para su edificación. (2 Corintios 12:19)

Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él. (1 Corintios 12:27)