Yo, pues, prisionero del Señor, les ruego que ustedes vivan (anden) de una manera digna de la vocación con que han sido llamados.
(Efesios 4:1)Que vivan con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándose unos a otros en amor,
(Efesios 4:2)esforzándose por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
(Efesios 4:3)Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también ustedes fueron llamados en una misma esperanza de su vocación;
un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo,
(Efesios 4:5)un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
(Efesios 4:6)Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme a la medida del don de Cristo.
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Efesios 4:4 - Referencia Cruzada
Bendito es el hombre que confía en el SEÑOR, Cuya confianza es el SEÑOR.
(Jeremías 17:7)En Cristo también ustedes son juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
(Efesios 2:22)Porque por medio de Cristo los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.
(Efesios 2:18)Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
(1 Corintios 12:4)para que justificados por Su gracia fuéramos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.
(Tito 3:7)Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según Su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,
(1 Pedro 1:3)Creemos más bien que somos salvos por la gracia del Señor Jesús, de la misma manera que ellos también lo son."
(Hechos 15:11)Yo, pues, prisionero del Señor, les ruego que ustedes vivan (anden) de una manera digna de la vocación con que han sido llamados.
(Efesios 4:1)Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús nuestra esperanza,
(1 Timoteo 1:1)a causa de la esperanza reservada para ustedes en los cielos. De esta esperanza ustedes oyeron antes en la palabra de verdad, el evangelio (las buenas nuevas)
(Colosenses 1:5)y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad.
(Efesios 2:16)Mi oración es que los ojos de su corazón les sean iluminados, para que sepan cuál es la esperanza de Su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos,
(Efesios 1:18)Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos.
(Colosenses 3:15)con la esperanza de vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde los tiempos eternos,
(Tito 1:2)Y todo el que tiene esta esperanza puesta en El, se purifica, así como El es puro.
(1 Juan 3:3)Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
(Mateo 28:19)Porque si alguien viene y predica a otro Jesús, a quien no hemos predicado, o reciben un espíritu diferente, que no han recibido, o aceptan un evangelio distinto, que no han aceptado, bien lo toleran.
(2 Corintios 11:4)Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,
(Romanos 12:4)Por medio de El son creyentes en Dios, que Lo resucitó de entre los muertos y Le dio gloria, de manera que la fe y esperanza de ustedes sean en Dios.
(1 Pedro 1:21)Tú, esperanza de Israel, Salvador suyo en tiempo de angustia, ¿Por qué has de ser como extranjero en la tierra, O como caminante que ha plantado su tienda para pasar la noche?
(Jeremías 14:8)a fin de que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio seamos grandemente animados para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.
(Hebreos 6:18)aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús.
(Tito 2:13)Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; porque todos participamos de aquel mismo pan.
(1 Corintios 10:17)Y que nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que nos amó y nos dio consuelo eterno y buena esperanza por gracia,
(2 Tesalonicenses 2:16)