Así que nadie se jacte (se gloríe) en los hombres, porque todo es de ustedes:
(1 Corintios 3:21)ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas (Pedro), o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es suyo,
(1 Corintios 3:22)Que todo hombre nos considere de esta manera: como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.
Ahora bien, lo que se requiere además de los administradores es que cada uno sea hallado fiel.
(1 Corintios 4:2)En cuanto a mí, es de poca importancia que yo sea juzgado por ustedes o por cualquier tribunal humano. De hecho, ni aun yo me juzgo a mí mismo.
(1 Corintios 4:3)Porque no estoy consciente de nada en contra mía. Pero no por eso estoy sin culpa, pues el que me juzga es el Señor.
(1 Corintios 4:4)Otras publicaciones relacionadas con "1 Corintios 4:1":
1 Corintios 4:1 - Referencia Cruzada
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos de ustedes por amor de Jesús.
(2 Corintios 4:5)Espero que con esto sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo (el Mesías),
(Colosenses 2:2)De esta iglesia fui hecho ministro conforme a la administración de Dios que me fue dada para beneficio de ustedes, a fin de llevar a cabo la predicación de la palabra de Dios,
(Colosenses 1:25)Según cada uno ha recibido un don especial , úselo sirviéndose los unos a los otros como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
(1 Pedro 4:10)¿Qué es, pues, Apolos? ¿Y qué es Pablo? Servidores mediante los cuales ustedes han creído, según el Señor dio oportunidad a cada uno.
(1 Corintios 3:5)¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente a quien su señor puso sobre los de su casa para que les diera la comida a su tiempo?
(Mateo 24:45)Porque si quisiera gloriarme, no sería insensato, pues diría la verdad. Pero me abstengo de hacerlo para que nadie piense de mí más de lo que ve en mí, u oye de mí.
(2 Corintios 12:6)El Señor respondió: "¿Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente a quien su señor pondrá sobre sus siervos para que a su tiempo les dé sus raciones?
(Lucas 12:42)Jesús les respondió: "Porque a ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha concedido.
(Mateo 13:11)Oren al mismo tiempo también por nosotros, para que Dios nos abra una puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo (el Mesías), por el cual también he sido encarcelado,
(Colosenses 4:3)Porque el obispo (supervisor) debe ser irreprensible como administrador de Dios, no obstinado, no iracundo, no dado a la bebida, no pendenciero, no amante de ganancias deshonestas.
(Tito 1:7)sino que hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta que, desde antes de los siglos, Dios predestinó para nuestra gloria.
(1 Corintios 2:7)¿Son servidores de Cristo? (Hablo como si hubiera perdido el juicio) yo más. En muchos más trabajos, en muchas más cárceles, en azotes un sinnúmero de veces, con frecuencia en peligros de muerte.
(2 Corintios 11:23)nos dio a conocer el misterio de Su voluntad, según la buena intención que se propuso en Cristo,
(Efesios 1:9)Y a Aquél que es poderoso para afirmarlos conforme a mi evangelio y a la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que ha sido mantenido en secreto durante siglos sin fin,
(Romanos 16:25)y El respondió: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de Dios, pero a los demás les hablo en parábolas, para que VIENDO, NO VEAN; Y OYENDO, NO ENTIENDAN.
(Lucas 8:10)Cuando hablan mal de nosotros, tratamos de reconciliar. Hemos llegado a ser, hasta ahora, la basura del mundo, el desecho de todo.
(1 Corintios 4:13)Porque si predico el evangelio (anuncio las buenas nuevas), no tengo nada de qué gloriarme, pues estoy bajo el deber de hacerlo. Pues ¡ay de mí si no predico el evangelio!
(1 Corintios 9:16)Pues en todo nos recomendamos a nosotros mismos como ministros (servidores) de Dios, en mucha perseverancia, en aflicciones, en privaciones, en angustias,
(2 Corintios 6:4)Oren también por mí, para que me sea dada palabra al abrir mi boca, a fin de dar a conocer sin temor el misterio del evangelio,
(Efesios 6:19)sino guardando el misterio de la fe con limpia conciencia.
(1 Timoteo 3:9)E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: El fue manifestado en la carne, Vindicado (Justificado) en el Espíritu, Contemplado por ángeles, Proclamado entre las naciones, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
(1 Timoteo 3:16)A ustedes les ha sido dado el misterio del reino de Dios," les decía, "pero los que están afuera reciben todo en parábolas;
(Marcus 4:11)Decía también Jesús a los discípulos: "Había cierto hombre rico que tenía un mayordomo; y éste fue acusado ante él de derrochar sus bienes.
(Lucas 16:1)que por revelación me fue dado a conocer el misterio, tal como antes les escribí brevemente.
(Efesios 3:3)No debe ser un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación en que cayó el diablo.
(1 Timoteo 3:6)