Nueva Biblia Latinoamericana
Lucas, el médico amado, les envía saludos, y también Demas. (Colosenses 4:14)
Saluden a los hermanos que están en Laodicea, también a Ninfas y a la iglesia que está en su casa. (Colosenses 4:15)
Cuando esta carta se haya leído entre ustedes, háganla leer también en la iglesia de los Laodicenses. Ustedes, por su parte, lean la carta que viene de Laodicea. (Colosenses 4:16)
Díganle a Arquipo: "Cuida el ministerio que has recibido del Señor, para que lo cumplas."
Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano. Acuérdense de mis cadenas (de mis prisiones). La gracia (El favor del Señor) sea con ustedes. (Colosenses 4:18)
Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia a ustedes y paz. (1 Tesalonicenses 1:1)
Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes, mencionándolos en nuestras oraciones, (1 Tesalonicenses 1:2)

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Colosenses 4:17 - Referencia Cruzada

Porque Judas era contado entre nosotros y recibió parte en este ministerio." (Hechos 1:17)
y a la hermana Apia, y a Arquipo, nuestro compañero de lucha, y a la iglesia que está en tu casa: (Filemón 1:2)
Después que les designaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído. (Hechos 14:23)
Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. (1 Timoteo 6:11)
Así atenderán a las obligaciones del santuario y a las obligaciones del altar, a fin de que la ira no venga más sobre los Israelitas. (Números 18:5)
Que todo hombre nos considere de esta manera: como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. (1 Corintios 4:1)
En la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por Su manifestación y por Su reino te encargo solemnemente: (2 Timoteo 4:1)
Tengan cuidado de sí mismos y de toda la congregación, en medio de la cual el Espíritu Santo les ha hecho obispos (supervisores) para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con Su propia sangre. (Hechos 20:28)
Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga (confía) a hombres fieles que sean capaces de enseñar también a otros. (2 Timoteo 2:2)
Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos. (2 Timoteo 1:6)
Entonces Moisés dijo a Aarón: "Esto es lo que el SEÑOR dijo: 'Como santo seré tratado por los que se acercan a Mí, Y en presencia de todo el pueblo seré honrado.'" Y Aarón guardó silencio. (Levítico 10:3)
Hijos míos, no sean ahora negligentes, porque el SEÑOR los ha escogido a fin de que estén delante de El, para servirle y para ser Sus ministros y quemar incienso." (2 Crónicas 29:11)
Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, (Efesios 4:11)
Timoteo, guarda lo que (el depósito que) se te ha encomendado, y evita las palabrerías vacías y profanas, y las objeciones (contradicciones) de lo que falsamente se llama ciencia, (1 Timoteo 6:20)
Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza. Persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan. (1 Timoteo 4:16)
Al señalar estas cosas a los hermanos serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. (1 Timoteo 4:6)
Enseñarán a Mi pueblo a discernir entre lo sagrado y lo profano, y harán que ellos sepan distinguir entre lo inmundo y lo limpio. (Ezequiel 44:23)
No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue conferido por medio de la profecía con la imposición de manos del presbiterio. (1 Timoteo 4:14)