Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando Jesús volvió, la multitud Lo recibió con gozo , porque todos Lo habían estado esperando. (Lucas 8:40)
Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, Le rogaba que entrara a su casa; (Lucas 8:41)
porque tenía una hija única, como de doce años, que estaba al borde de la muerte. Pero mientras El iba, la muchedumbre Lo apretaba. (Lucas 8:42)
Y una mujer que había tenido un flujo de sangre por doce años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, sin que nadie pudiera curarla,
se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de Su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre. (Lucas 8:44)
Y Jesús preguntó: "¿Quién es el que Me ha tocado?" Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban: "Maestro, las multitudes Te aprietan y Te oprimen." (Lucas 8:45)
Pero Jesús dijo: "Alguien Me tocó, porque me di cuenta de que había salido poder de Mí." (Lucas 8:46)

Otras publicaciones relacionadas con "Lucas 8:43":

Omar Soto
Una fe atrevida recibe su recompensa
El autor habla sobre la historia de la mujer que tocó el borde del manto de Jesús y su fe atrevida para alcanzarlo, y cómo esto puede aplicarse a la vida de los lectores. También habla sobre la gracia inusual de Dios y la necesidad de buscar a Jesús para recibir su respuesta y recompensa.


Dr. Roberto Miranda
Tu fe te ha salvado
En este artículo se habla de la importancia de la fe en la vida cristiana, a través del relato bíblico de la mujer con el flujo de sangre que fue sanada por Jesús debido a su fe. El autor destaca la necesidad de renovar la mente y tener perseverancia en la fe, así como buscar lugares y personas con buena energía para recibir fuerza y positividad. Se resalta la misericordia y generosidad de Dios y su capacidad para solucionar nuestros problemas.


Dr. Roberto Miranda
Dios siempre está dispuesto a responder a nuestro clamor
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda habla sobre cómo Dios siempre está dispuesto a responder a nuestras oraciones y cómo podemos llevar nuestra fe y confianza en Él al máximo nivel de intensidad. También se menciona el ejemplo de la mujer con flujo de sangre en Marcos 5 y cómo su iniciativa de fe desató el mover poderoso de Dios.


Dr. Roberto Miranda
Nuestra fe cambia la agenda del Señor
En esta meditación se destaca la importancia de la fe en la vida de las personas y cómo la fe puede hacer que Dios preste atención a nuestras necesidades. La mujer con el flujo de sangre se acerca a Jesús con gran desesperación y fe, lo que hace que se impregne en la agenda del Señor.


Dr. Roberto Miranda
Sermón clásico 6046: El mejor médico de todos
El autor habla sobre la importancia de buscar a Dios con pasión y entender que Él es soberano y sabe todas las cosas, enfocándose en la historia de la mujer con flujo de sangre. El pastor Roberto Miranda habla sobre la importancia de tener una relación íntima con Jesucristo y de confiar en Él para sanarnos en sus mensajes.


Dr. Roberto Miranda
Tenemos un Dios que se interesa en nosotros
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda habla sobre cómo Dios se interesa por nosotros y quiere sanarnos en todas las áreas de nuestra vida, destacando la importancia de la oración detallada y exponer todos los detalles de nuestra situación a Dios.


Dr. Roberto Miranda
Testificar de lo que Dios ha hecho
La historia de la mujer con flujo de sangre muestra el poder de Dios en Jesucristo. Testificar de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas para inspirar a otros.


Omar Soto
Fe persistente (Mateo 15)
En Mateo 15:21-28, se relata la historia de una mujer gentil que busca la ayuda de Jesús para sanar a su hija. A pesar de inicialmente negarse, la mujer persiste y demuestra una gran fe hasta que Jesús la reconoce y sana a su hija. La historia demuestra la importancia de la fe persistente y dejarla como una herencia para aquellos que vienen después de nosotros. Además, se destaca la importancia de la oración y el crecimiento espiritual en nuestra relación con Dios.


Dr. Roberto Miranda
Dios es el Dios de la gente atrevida
Este sermón habla sobre la importancia de la disciplina y la perseverancia en la vida cristiana y cómo Dios honra los pequeños gestos y esfuerzos que hacemos para servirle.


Dr. Roberto Miranda
Tenemos que salir de nuestra zona de comfort
El artículo habla sobre la historia de la mujer cirofenicia en la Biblia y cómo su fe y valentía cambiaron la agenda de Dios. También se destaca la importancia de persistir en la oración y usar argumentos legales para amarrar a Dios en nuestras peticiones. La historia demuestra que Dios puede responder a aquellos que claman a él, incluso si parecen estar lejos de su voluntad.


Gregory Bishop
Que crees de ti mismo?
En Romanos 12, se nos insta a tener un concepto apropiado de nosotros mismos antes de hablar de cómo podemos trabajar en equipo en el cuerpo de Cristo. Este artículo habla sobre la importancia de reconocer nuestra identidad en Cristo y de buscar sanidad emocional.


Benjamin Valentin
Un poco de Dios puede hacer mucho
La historia de la mujer con el flujo de sangre en la Biblia y cómo su fe y esperanza en Dios la llevó a una curación milagrosa.


Dr. Roberto Miranda
Un toque mínimo desata una infinitud de fuerza
La historia de la mujer que toca el borde del manto de Jesús y cómo su fe imperfecta no impidió que fuera sanada. Un recordatorio de que no necesitamos esperar a que todo esté bien en nuestra vida para acercarnos a Dios.


Roberto Mata
Tocando a Jesus podemos reescribir nuestra historia
En este sermón, Roberto Mata habla sobre la importancia de escuchar y discernir la palabra de Dios, utilizando la historia de la mujer que tocó el manto de Jesús para ilustrar su punto. También enfatiza la necesidad de romper con el pasado y vencer los estigmas para poder llegar a Jesús y reescribir nuestra historia. Aborda los desafíos que enfrenta la comunidad hispana en los Estados Unidos, incluyendo el miedo a la deportación y la pérdida de hogares.


Lucas 8:43 - Referencia Cruzada

y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar. (Lucas 13:11)
Y ésta, que es hija de Abraham, a la que Satanás ha tenido atada durante dieciocho largos años, ¿no debía ser libertada de esta ligadura en el día de reposo?" (Lucas 13:16)
pero cómo es que ahora ve, no lo sabemos; o quién le abrió los ojos, nosotros no lo sabemos. Pregúntenle a él; ya es mayor de edad, él hablará por sí mismo." (Juan 9:21)
Cuando Jesús bajó a tierra, Le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa sino en los sepulcros. (Lucas 8:27)
Todos los sedientos, vengan a las aguas; Y los que no tengan dinero, vengan, compren y coman. Vengan, compren vino y leche Sin dinero y sin costo alguno. (Isaías 55:1)
En el año treinta y nueve de su reinado, Asa se enfermó de los pies. Su enfermedad era grave, pero aun en su enfermedad no buscó al SEÑOR, sino a los médicos. (2 Crónicas 16:12)
Danos ayuda contra el adversario, Pues vano es el auxilio del hombre. (Salmos 108:12)
Porque ustedes son forjadores de mentiras; Todos ustedes son médicos inútiles. (Job 13:4)
Y había en Listra un hombre que estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo desde el seno de su madre y que nunca había andado. (Hechos 14:8)
Y había un hombre, cojo desde su nacimiento, al que llevaban y ponían diariamente a la puerta del templo llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban al templo. (Hechos 3:2)
Si una mujer tiene un flujo de sangre por muchos días, no en el período de su impureza menstrual, o si tiene un flujo después de ese período, todos los días de su flujo impuro continuará como en los días de su impureza menstrual; es inmunda. (Levítico 15:25)
Había una mujer que padecía de flujo de sangre por doce años. (Marcus 5:25)
Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?" "Desde su niñez," respondió. (Marcus 9:21)
Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. (Juan 9:1)
y siempre que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo. Dije a Tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no pudieron." (Marcus 9:18)
porque el hombre en quien se había realizado este milagro (esta señal) de sanidad tenía más de cuarenta años. (Hechos 4:22)
Estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. (Juan 5:5)
Dejen de considerar al hombre, cuyo soplo de vida está en su nariz. Pues ¿en qué ha de ser él estimado? (Isaías 2:22)
Y una mujer que había estado sufriendo de flujo de sangre por doce años, se Le acercó por detrás y tocó el borde de Su manto; (Mateo 9:20)