Nueva Biblia Latinoamericana
Enseguida, cuando toda la multitud vio a Jesús, quedó sorprendida, y corriendo hacia El, Lo saludaban. (Marcus 9:15)
¿Qué discuten con ellos?" les preguntó. (Marcus 9:16)
Y uno de la multitud Le respondió: "Maestro, Te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo, (Marcus 9:17)
y siempre que se apodera de él, lo derriba, y echa espumarajos, cruje los dientes y se va consumiendo. Dije a Tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no pudieron."
Jesús les dijo: "¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo los tendré que soportar? ¡Traigan al muchacho!" (Marcus 9:19)
Y lo llevaron ante El. Cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y éste, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos. (Marcus 9:20)
Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?" "Desde su niñez," respondió. (Marcus 9:21)

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Marcus 9:18 - Referencia Cruzada

Y lo llevaron ante El. Cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y éste, cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos. (Marcus 9:20)
En verdad les digo que cualquiera que diga a este monte: 'Quítate y arrójate al mar,' y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido. (Marcus 11:23)
Lo verá el impío y se irritará; Rechinará los dientes y se consumirá; El deseo de los impíos perecerá. (Salmos 112:10)
Son olas furiosas del mar, que arrojan como espuma su propia vergüenza (sus actos vergonzosos); estrellas errantes para quienes la oscuridad de las tinieblas ha sido reservada para siempre. (Judas 1:13)
Entonces una mujer Cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada." (Mateo 15:22)
Pero los hijos del reino serán arrojados a las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes." (Mateo 8:12)
Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él. (Hechos 7:54)
Después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, el espíritu salió: y el muchacho quedó como muerto, tanto, que la mayoría de ellos decían: "¡Está muerto!" (Marcus 9:26)
Cuando Jesús entro en casa, Sus discípulos Le preguntaban en privado: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?" (Marcus 9:28)
y sucede que un espíritu se apodera de él, y de repente da gritos, y el espíritu hace que caiga con convulsiones, echando espumarajos; y cuando lo estropea, a duras penas se aparta de él. (Lucas 9:39)
Lo traje a Tus discípulos y ellos no pudieron curarlo." (Mateo 17:16)
Entonces los discípulos, llegándose a Jesús en privado, dijeron: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?" (Mateo 17:19)
Su ira me ha despedazado y me ha perseguido, Contra mí El ha rechinado los dientes; Mi adversario aguza los ojos contra mí. (Job 16:9)
Entonces Eliseo dijo a Giezi: "Prepárate, toma mi báculo en tu mano, y vete. Si encuentras a alguien, no lo saludes, y si alguien te saluda, no le respondas, y pon mi báculo sobre el rostro del niño." (2 Reyes 4:29)