Nueva Biblia Latinoamericana
Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, (Hechos 2:46)
alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos. (Hechos 2:47)
Cierto día Pedro y Juan subían al templo a la hora novena (3 p.m.), la hora de la oración. (Hechos 3:1)
Y había un hombre, cojo desde su nacimiento, al que llevaban y ponían diariamente a la puerta del templo llamada la Hermosa, para que pidiera limosna a los que entraban al templo.
Este, viendo a Pedro y a Juan que iban a entrar al templo, les pedía limosna. (Hechos 3:3)
Entonces Pedro, junto con Juan, fijando su vista en él, le dijo: "¡Míranos!" (Hechos 3:4)
El los miró atentamente, esperando recibir algo de ellos. (Hechos 3:5)

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Hechos 3:2 - Referencia Cruzada

Existía la Luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre. (Juan 1:9)
y dijo: 'Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus obras de caridad han sido recordadas delante de Dios. (Hechos 10:31)
Y había en Listra un hombre que estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo desde el seno de su madre y que nunca había andado. (Hechos 14:8)
Y un pobre llamado Lázaro que se tiraba en el suelo a su puerta cubierto de llagas, (Lucas 16:20)
Aconteció que al acercarse Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando. (Lucas 18:35)
Mirándolo fijamente y atemorizado, Cornelio dijo: "¿Qué quieres, Señor?" Y el ángel le dijo: "Tus oraciones y limosnas han ascendido como memorial delante de Dios. (Hechos 10:4)
Entonces los vecinos y los que antes lo habían visto que era mendigo, decían: "¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?" (Juan 9:8)
porque el hombre en quien se había realizado este milagro (esta señal) de sanidad tenía más de cuarenta años. (Hechos 4:22)