Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando Jesús iba subiendo a Jerusalén, tomó aparte a los doce discípulos, y por el camino les dijo: (Mateo 20:17)
Ahora subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y escribas, y Lo condenarán a muerte; (Mateo 20:18)
y Lo entregarán a los Gentiles para burlarse de El, Lo azotarán y crucificarán, pero al tercer día resucitará." (Mateo 20:19)
Entonces se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y postrándose ante El, Le pidió algo.
Jesús le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella Le dijo: "Ordena que en Tu reino estos dos hijos míos se sienten uno a Tu derecha y el otro a Tu izquierda." (Mateo 20:21)
Pero Jesús dijo: "No saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que Yo voy a beber?" Ellos respondieron: "Podemos." (Mateo 20:22)
El les dijo: "Mi copa ciertamente beberán, pero el sentarse a Mi derecha y a Mi izquierda no es Mío el concederlo, sino que es para quienes ha sido preparado por Mi Padre." (Mateo 20:23)

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Mateo 20:20 - Referencia Cruzada

Jacobo (Santiago) y Juan, los dos hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús, diciendo: "Maestro, queremos que hagas por nosotros lo que te pidamos." (Marcus 10:35)
Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo. (Mateo 27:56)
Y pasando de allí, Jesús vio a otros dos hermanos, Jacobo (Santiago), hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con su padre Zebedeo, remendando sus redes, y los llamó. (Mateo 4:21)
Había también unas mujeres mirando de lejos, entre las que estaban María Magdalena, María, la madre de Jacobo (Santiago) el menor y de José, y Salomé, (Marcus 15:40)
Entrando en la casa, vieron al Niño con Su madre María, y postrándose Lo adoraron; y abriendo sus tesoros Le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra. (Mateo 2:11)
Y se acercó un leproso y se postró ante El, diciendo: "Señor, si quieres, puedes limpiarme." (Mateo 8:2)
Cuando Lo vieron, Lo adoraron; pero algunos dudaron. (Mateo 28:17)
Entonces los que estaban en la barca Lo adoraron, diciendo: "En verdad eres Hijo de Dios." (Mateo 14:33)
Pero acercándose ella, se postró ante El, diciendo: "¡Señor, ayúdame!" (Mateo 15:25)