Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces los querubines se levantaron. Estos eran los seres vivientes que yo había visto en el río Quebar. (Ezequiel 10:15)
Cuando los querubines andaban, las ruedas andaban a su lado; y cuando los querubines alzaban sus alas para elevarse del suelo, las ruedas no se apartaban de su lado. (Ezequiel 10:16)
Cuando los querubines se detenían, las ruedas se detenían, y cuando se levantaban, las ruedas se levantaban con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba en ellas. (Ezequiel 10:17)
Entonces la gloria del SEÑOR salió de sobre el umbral del templo y se puso sobre los querubines.
Cuando los querubines alzaron sus alas y se elevaron del suelo ante mis ojos salieron con las ruedas a su lado, y se detuvieron a la entrada de la puerta oriental de la casa del SEÑOR. Y la gloria del Dios de Israel estaba por encima, sobre ellos. (Ezequiel 10:19)
Estos eran los seres vivientes que yo había visto debajo del Dios de Israel junto al río Quebar; entonces supe que eran querubines. (Ezequiel 10:20)
Cada uno tenía cuatro caras y cada uno cuatro alas, y había una semejanza de manos de hombre debajo de sus alas. (Ezequiel 10:21)

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Ezequiel 10:18 - Referencia Cruzada

Expulsó, pues, al hombre; y al oriente del huerto del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas direcciones para guardar el camino del árbol de la vida. (Génesis 3:24)
¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! (Mateo 23:37)
Cabalgó sobre un querubín, y voló; Y rápido voló sobre las alas del viento. (Salmos 18:10)
Cambiaron la belleza de Sus ornamentos en orgullo, y de ellos hicieron las imágenes de sus abominaciones y de sus cosas detestables; por tanto, haré que esto sea cosa abominable para ellos. (Ezequiel 7:20)
Los querubines estaban de pie a la derecha del templo cuando el hombre entró, y la nube llenaba el atrio interior. (Ezequiel 10:3)
Mientras ellos iban andando y hablando, de pronto, apareció un carro de fuego y caballos de fuego que separó a los dos. Y Elías subió al cielo en un torbellino. (2 Reyes 2:11)
Ahora pues, vayan a Mi lugar en Silo, donde al principio hice morar Mi nombre, y vean lo que hice con él a causa de la maldad de Mi pueblo Israel. (Jeremías 7:12)
Abandonó la morada en Silo, La tienda que había levantado entre los hombres, (Salmos 78:60)
Aunque críen a sus hijos, Se los quitaré hasta que no quede hombre alguno. Sí, ¡ay de ellos también cuando de ellos Me aparte! (Oseas 9:12)
Sé precavida, oh Jerusalén, No sea que mi alma se aleje de ti; No sea que Yo te convierta en desolación, En tierra despoblada." (Jeremías 6:8)
Los carros de Dios son miríadas, millares de millares; El Señor está entre ellos en santidad, como en el Sinaí. (Salmos 68:17)