Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Elías tomó su manto, lo dobló y golpeó las aguas, y éstas se dividieron a uno y a otro lado, y los dos pasaron por tierra seca. (2 Reyes 2:8)
Cuando ya habían pasado, Elías le dijo a Eliseo: "Pide lo que quieras que yo haga por ti antes de que yo sea separado de ti." Y Eliseo le respondió: "Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí." (2 Reyes 2:9)
Elías le dijo: "Has pedido una cosa difícil. Sin embargo, si me ves cuando sea llevado de tu lado, así te sucederá; pero si no, no será así." (2 Reyes 2:10)
Mientras ellos iban andando y hablando, de pronto, apareció un carro de fuego y caballos de fuego que separó a los dos. Y Elías subió al cielo en un torbellino.
Eliseo lo vio y clamó: "Padre mío, padre mío, los carros de Israel y su gente de a caballo." Y no lo vio más. Entonces tomó sus vestidos y los rasgó en dos pedazos. (2 Reyes 2:12)
También recogió el manto de Elías que se le había caído, y regresó y se paró a la orilla del Jordán. (2 Reyes 2:13)
Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: "¿Dónde está el SEÑOR, el Dios de Elías?" Y cuando él golpeó también las aguas, éstas se dividieron a uno y a otro lado, y Eliseo pasó. (2 Reyes 2:14)

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2 Reyes 2:11 - Referencia Cruzada

El es el que pone las vigas de Sus altos aposentos en las aguas; El que hace de las nubes Su carroza; El que anda sobre las alas del viento; (Salmos 104:3)
¿Te indignaste, SEÑOR, contra los ríos? ¿Contra los ríos fue Tu ira, Contra el mar Tu furor, Cuando montaste en Tus caballos, En Tus carros de victoria? (Habacuc 3:8)
Mientras miraba, vi que venía del norte un viento huracanado, una gran nube con fuego fulgurante y un resplandor a su alrededor. En su centro había algo como un metal refulgente en medio del fuego. (Ezequiel 1:4)
Entonces miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, cada rueda junto a cada querubín; el aspecto de las ruedas era como el brillo de una piedra de Tarsis. (Ezequiel 10:9)
Entonces, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue recibido en el cielo y se sentó a la diestra de Dios. (Marcus 16:19)
Escucha ahora, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan ante ti, que son hombres de presagio, pues Yo voy a traer a Mi siervo, el Renuevo. (Zacarías 3:8)
¿No son todos ellos espíritus ministradores, enviados para servir por causa de los que heredarán la salvación? (Hebreos 1:14)
Y sucedió que cuando el SEÑOR iba a llevarse a Elías al cielo en un torbellino, Elías venía de Gilgal con Eliseo. (2 Reyes 2:1)
Eliseo entonces oró, y dijo: "Oh SEÑOR, Te ruego que abras sus ojos para que vea." Y el SEÑOR abrió los ojos del criado, y miró que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo. (2 Reyes 6:17)
Alcé de nuevo mis ojos y vi cuatro carros que salían de entre dos montes; y los montes eran montes de bronce. (Zacarías 6:1)
Los carros de Dios son miríadas, millares de millares; El Señor está entre ellos en santidad, como en el Sinaí. (Salmos 68:17)
Y Enoc anduvo con Dios, y desapareció porque Dios se lo llevó. (Génesis 5:24)