Entonces el hombre vestido de lino que tenía la cartera a la cintura, trajo un informe, diciendo: "He hecho tal como me ordenaste."
(Ezequiel 9:11)Después miré, y en el firmamento que estaba sobre las cabezas de los querubines, vi que apareció sobre ellos como una piedra de zafiro de apariencia semejante a un trono.
(Ezequiel 10:1)Y el SEÑOR le dijo al hombre vestido de lino: "Entra en medio de las ruedas debajo de los querubines, llena tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárcelos sobre la ciudad." Y el hombre entró ante mis ojos.
(Ezequiel 10:2)Los querubines estaban de pie a la derecha del templo cuando el hombre entró, y la nube llenaba el atrio interior.
Entonces la gloria del SEÑOR subió del querubín hacia el umbral del templo, y el templo se llenó de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria del SEÑOR.
(Ezequiel 10:4)El ruido de las alas de los querubines se oía hasta el atrio exterior, como la voz del Dios Todopoderoso (El Shaddai) cuando habla.
(Ezequiel 10:5)Cuando El le ordenó al hombre vestido de lino: "Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines," él entró y se paró junto a una rueda.
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Ezequiel 10:3 - Referencia Cruzada
Entonces la gloria del Dios de Israel subió del querubín sobre el cual había estado, hacia el umbral del templo. Y llamó al hombre vestido de lino que tenía la cartera de escribano a la cintura;
(Ezequiel 9:3)Entonces me llevó al atrio interior de la casa del SEÑOR. Y a la entrada del templo del SEÑOR, entre el pórtico y el altar, había unos veinticinco hombres de espaldas al templo del SEÑOR y de cara al oriente, y se postraban hacia el oriente, hacia el sol.
(Ezequiel 8:16)La gloria del SEÑOR entró en el templo por el camino de la puerta que da hacia el oriente.
(Ezequiel 43:4)