Nueva Biblia Latinoamericana
El SEÑOR ha rechazado Su altar, Ha despreciado Su santuario; Ha entregado en manos del enemigo Los muros de sus palacios. Gritos se han dado en la casa del SEÑOR Como en día de fiesta solemne. (Lamentaciones 2:7)
El SEÑOR determinó destruir La muralla de la hija de Sion; Ha extendido el cordel, No ha retraído Su mano de destruir, Y ha hecho que se lamenten el antemuro y el muro; A una desfallecen. (Lamentaciones 2:8)
Se han hundido en la tierra sus puertas, El ha destruido y quebrado sus cerrojos. Su rey y sus príncipes están entre las naciones; Ya no hay ley; Tampoco sus profetas hallan Visión del SEÑOR. (Lamentaciones 2:9)
Están sentados en tierra, en silencio, Los ancianos de la hija de Sion. Han echado polvo sobre sus cabezas, Se han ceñido de cilicio. Han inclinado a tierra sus cabezas Las vírgenes de Jerusalén.
Mis ojos se consumen por las lágrimas, Hierven mis entrañas; Mi hiel se derrama por tierra, A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén), Cuando niños y lactantes desfallecen En las calles de la ciudad. (Lamentaciones 2:11)
Dicen a sus madres: "¿Dónde hay grano y vino?" Mientras desfallecen como heridos En las calles de la ciudad, Mientras exhalan su espíritu En el regazo de sus madres. (Lamentaciones 2:12)
¿Cómo he de amonestarte? ¿A qué te compararé, Hija de Jerusalén? ¿A qué te igualaré al consolarte, Virgen hija de Sion? Porque grande como el mar es tu ruina; ¿Quién te podrá sanar? (Lamentaciones 2:13)

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Lamentaciones 2:10 - Referencia Cruzada

Que se siente solo y en silencio Ya que El se lo ha impuesto. (Lamentaciones 3:28)
Y cuando alzaron los ojos desde lejos y no lo reconocieron, levantaron sus voces y lloraron. Cada uno de ellos rasgó su manto y esparcieron polvo hacia el cielo sobre sus cabezas. (Job 2:12)
La presencia del SEÑOR los dispersó, No volverá a mirarlos. Ellos no honraron a los sacerdotes, Ni tuvieron piedad de los ancianos. (Lamentaciones 4:16)
Los ancianos han dejado de estar a las puertas de la ciudad, Los jóvenes de su música. (Lamentaciones 5:14)
Siéntate en silencio y entra en las tinieblas, Hija de los Caldeos, Porque nunca más te llamarán Soberana de reinos. (Isaías 47:5)
Los cantos del palacio se convertirán en gemido en aquel día," declara el Señor DIOS. "Muchos serán los cadáveres; en todo lugar los echarán fuera en silencio." (Amós 8:3)
Los príncipes fueron colgados de sus manos, Los rostros de los ancianos no fueron respetados. (Lamentaciones 5:12)
Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca del SEÑOR hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas. (Josué 7:6)
Y echaron polvo sobre sus cabezas, y llorando y lamentándose, gritaban: '¡Ay, ay, la gran ciudad en la cual todos los que tenían naves en el mar se enriquecieron a costa de sus riquezas!, porque en una hora ha sido asolada.' (Apocalipsis 18:19)
En sus calles se han ceñido de cilicio. En sus terrados y en sus plazas Todos gimen, deshechos en lágrimas. (Isaías 15:3)
Se raparán la cabeza por tu causa Y se ceñirán de cilicio; Llorarán por ti, en la amargura de su alma, Con amargo duelo. (Ezequiel 27:31)
Por tanto, el prudente se calla en ese tiempo, pues es tiempo malo. (Amós 5:13)
¡Cómo yace solitaria La ciudad de tanta gente! ¡Se ha vuelto como una viuda La grande entre las naciones! ¡La princesa entre las provincias Se ha convertido en tributaria. (Lamentaciones 1:1)
¿Por qué estamos aún sentados? Congréguense, y entremos en las ciudades fortificadas, Y perezcamos allí, Pues el SEÑOR nuestro Dios nos hace perecer Y nos ha dado a beber agua envenenada, Porque hemos pecado contra el SEÑOR. (Jeremías 8:14)
Se ceñirán de cilicio y los cubrirá el terror; en todos los rostros habrá vergüenza y todas las cabezas estarán rapadas. (Ezequiel 7:18)
Laméntate como virgen ceñida de cilicio Por el esposo de su juventud. (Joel 1:8)
Los caminos de Sion están de luto, Porque nadie viene a las fiestas solemnes. Todas sus puertas están desoladas; Gimen sus sacerdotes, Sus vírgenes están afligidas, Y ella misma está amargada. (Lamentaciones 1:4)
Los que comían manjares Andan desolados por las calles; Los que se criaron entre púrpura Abrazan cenizales. (Lamentaciones 4:5)
Entonces Tamar se puso ceniza sobre la cabeza, rasgó el vestido de manga larga que llevaba puesto, y se fue gritando con las manos sobre la cabeza. (2 Samuel 13:19)
Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, mayordomo de la casa real, el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le relataron las palabras del Rabsaces. (Isaías 36:22)
En aquel día las vírgenes hermosas Y los jóvenes desfallecerán de sed. (Amós 8:13)
Desciende y siéntate en el polvo, Virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra, sin trono, Hija de los Caldeos, Porque nunca más serás llamada tierna y delicada. (Isaías 47:1)
Las puertas de la ciudad se lamentarán y estarán de luto; Y ella, desolada, se sentará en tierra. (Isaías 3:26)