Le habló amigablemente y puso su trono por encima de los tronos de los reyes que estaban con él en Babilonia.
(Jeremías 52:32)Joaquín se quitó sus vestidos de prisión y comió siempre en la presencia del rey , todos los días de su vida;
(Jeremías 52:33)y para su sustento, se le dio de continuo una ración de parte del rey de Babilonia, una porción para cada día, todos los días de su vida hasta el día de su muerte.
(Jeremías 52:34)¡Cómo yace solitaria La ciudad de tanta gente! ¡Se ha vuelto como una viuda La grande entre las naciones! ¡La princesa entre las provincias Se ha convertido en tributaria.
Llora amargamente en la noche, Y le corren las lágrimas por sus mejillas. No hay quien la consuele Entre todos sus amantes. Todos sus amigos la han traicionado, Se han convertido en sus enemigos.
(Lamentaciones 1:2)Judá ha ido al destierro bajo aflicción Y bajo dura servidumbre. Ella habita entre las naciones, Pero no halla descanso; Todos sus perseguidores la han alcanzado En medio de la angustia.
(Lamentaciones 1:3)Los caminos de Sion están de luto, Porque nadie viene a las fiestas solemnes. Todas sus puertas están desoladas; Gimen sus sacerdotes, Sus vírgenes están afligidas, Y ella misma está amargada.
(Lamentaciones 1:4)Otras publicaciones relacionadas con "Lamentaciones 1:1":
Lamentaciones 1:1 - Referencia Cruzada
También había otros que decían: "Hemos pedido dinero prestado para el impuesto del rey sobre nuestros campos y nuestras viñas.
(Nehemías 5:4)Desciende y siéntate en el polvo, Virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra, sin trono, Hija de los Caldeos, Porque nunca más serás llamada tierna y delicada.
(Isaías 47:1)¡Cómo has caído del cielo, Oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por tierra, Tú que debilitabas a las naciones.
(Isaías 14:12)Salomón gobernaba todos los reinos desde el Río (Eufrates) hasta la tierra de los Filisteos y hasta la frontera de Egipto. Ellos trajeron tributo y sirvieron a Salomón todos los días de su vida.
(1 Reyes 4:21)A la cual suben las tribus, las tribus del SEÑOR, (lo cual es ordenanza para Israel) Para alabar el nombre del SEÑOR.
(Salmos 122:4)Y Joacim dio la plata y el oro a Faraón, e impuso contribuciones al país para entregar el dinero conforme al mandato de Faraón. Exigió la plata y el oro del pueblo del país, a cada uno conforme a sus bienes, para dárselo a Faraón Necao.
(2 Reyes 23:35)Y Faraón Necao lo puso en prisión en Ribla, en la tierra de Hamat, para que no reinara en Jerusalén; e impuso una multa sobre la tierra de 34 toneladas de plata y 34 kilos de oro.
(2 Reyes 23:33)Y su abundante fruto es para los reyes Que Tú pusiste sobre nosotros a causa de nuestros pecados, Los cuales dominan nuestros cuerpos Y nuestros ganados como les place, Y en gran angustia estamos.
(Nehemías 9:37)Cuanto ella se glorificó a sí misma y vivió sensualmente (lujosamente), así denle tormento y duelo (llanto), porque dice en su corazón: 'YO estoy SENTADA como REINA, Y NO SOY VIUDA y nunca veré duelo (llanto).'
(Apocalipsis 18:7)y diciendo: '¡Ay, ay, la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, púrpura y escarlata, y adornada de oro, piedras preciosas y perlas!
(Apocalipsis 18:16)El Señor DIOS Me ha abierto el oído; Y no fui desobediente, Ni me volví atrás.
(Isaías 50:5)Ha caído la corona de nuestra cabeza. ¡Ay de nosotros, pues hemos pecado!
(Lamentaciones 5:16)Entonces descenderán de sus tronos todos los príncipes del mar, se quitarán sus mantos y se despojarán de sus vestiduras bordadas. Se vestirán de temor, se sentarán en tierra, temblarán a cada momento y se horrorizarán a causa de ti.
(Ezequiel 26:16)Haré de Jerusalén un montón de ruinas, Una guarida de chacales, Y de las ciudades de Judá una desolación, sin habitante."
(Jeremías 9:11)No temas, pues no serás avergonzada, Ni te sientas humillada, pues no serás agraviada; Sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, Y del oprobio de tu viudez no te acordarás más.
(Isaías 54:4)¡Cómo ha sido cortado y quebrado El martillo de toda la tierra! ¡Cómo se ha convertido Babilonia En objeto de horror entre las naciones!
(Jeremías 50:23)Sal del polvo, levántate, Cautiva Jerusalén. Líbrate de las cadenas de tu cuello, Cautiva hija de Sion.
(Isaías 52:2)Esta es la ciudad divertida Que vivía confiada, Que decía en su corazón: "Yo soy, y no hay otra más que yo." ¡Cómo ha sido hecha una desolación, Una guarida de fieras! Todo el que pase por ella silbará Y agitará su mano.
(Sofonías 2:15)Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Aún se sentarán ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano por causa de sus muchos días.
(Zacarías 8:4)Tú, llena de bulla, Ciudad alborotada, ciudad divertida. Tus muertos no fueron muertos a espada, Tampoco murieron en batalla.
(Isaías 22:2)que reyes poderosos han reinado sobre Jerusalén, gobernando todas las provincias más allá del Río, y que se les pagaba tributo, impuesto y peaje.
(Esdras 4:20)El tenía dominio sobre todos los reyes desde el Río (Eufrates) hasta la tierra de los Filisteos, y hasta la frontera de Egipto.
(2 Crónicas 9:26)Entonces Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, les juró a ellos y a sus hombres: "No teman servir a los Caldeos; quédense en la tierra y sirvan al rey de Babilonia, y les irá bien.
(Jeremías 40:9)¡Cómo el Señor nubló, en Su ira, A la hija de Sion! Ha arrojado del cielo a la tierra La gloria de Israel, Y no se ha acordado del estrado de Sus pies En el día de Su ira.
(Lamentaciones 2:1)Las puertas de la ciudad se lamentarán y estarán de luto; Y ella, desolada, se sentará en tierra.
(Isaías 3:26)¡Cómo se ha ennegrecido el oro, Cómo ha cambiado el oro puro! Esparcidas están las piedras sagradas Por las esquinas de todas las calles.
(Lamentaciones 4:1)¡Qué hermosos son sobre los montes Los pies del que trae buenas nuevas, Del que anuncia la paz, Del que trae las buenas nuevas de gozo, Del que anuncia la salvación, Y dice a Sion: "Tu Dios reina!"
(Isaías 52:7)Están sentados en tierra, en silencio, Los ancianos de la hija de Sion. Han echado polvo sobre sus cabezas, Se han ceñido de cilicio. Han inclinado a tierra sus cabezas Las vírgenes de Jerusalén.
(Lamentaciones 2:10)