Nueva Biblia Latinoamericana
Se ha vuelto el Señor como enemigo: Ha devorado a Israel, Ha devorado todos sus palacios, Ha destruido sus fortalezas Y ha multiplicado en la hija de Judá El lamento y el duelo. (Lamentaciones 2:5)
Y ha tratado con violencia a Su tabernáculo, como a cabaña de huerto; Ha destruido Su lugar de reunión. El SEÑOR ha hecho olvidar en Sion La fiesta solemne y el día de reposo, Y en el furor de Su ira ha rechazado Al rey y al sacerdote. (Lamentaciones 2:6)
El SEÑOR ha rechazado Su altar, Ha despreciado Su santuario; Ha entregado en manos del enemigo Los muros de sus palacios. Gritos se han dado en la casa del SEÑOR Como en día de fiesta solemne. (Lamentaciones 2:7)
El SEÑOR determinó destruir La muralla de la hija de Sion; Ha extendido el cordel, No ha retraído Su mano de destruir, Y ha hecho que se lamenten el antemuro y el muro; A una desfallecen.
Se han hundido en la tierra sus puertas, El ha destruido y quebrado sus cerrojos. Su rey y sus príncipes están entre las naciones; Ya no hay ley; Tampoco sus profetas hallan Visión del SEÑOR. (Lamentaciones 2:9)
Están sentados en tierra, en silencio, Los ancianos de la hija de Sion. Han echado polvo sobre sus cabezas, Se han ceñido de cilicio. Han inclinado a tierra sus cabezas Las vírgenes de Jerusalén. (Lamentaciones 2:10)
Mis ojos se consumen por las lágrimas, Hierven mis entrañas; Mi hiel se derrama por tierra, A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén), Cuando niños y lactantes desfallecen En las calles de la ciudad. (Lamentaciones 2:11)

Otras publicaciones relacionadas con "Lamentaciones 2:8":

Fabiana Manzewitsch
La obra extraña del Señor
En este artículo se habla sobre la obra extraña de Dios y cómo Él puede llevarnos a situaciones incómodas para obrar en nosotros. Se destacan dos pasajes bíblicos donde se enfatiza la importancia de la adoración y la sensibilidad a los vientos del Espíritu. El predicador anima a la congregación a buscar la presencia de Dios y estar atentos a Sus nuevas estrategias.


Dr. Roberto Miranda
No voy a ofrecer un sacrificio que no me cueste nada
En este artículo, el pastor Roberto Miranda habla sobre la importancia del sacrificio y la inversión en el plano material para que se dé un proceso espiritual grandioso en la Congregación León de Judá en Boston. También se habla del valor mágico y misterioso del lugar donde se ofreció el sacrificio en 2 Samuel 24:18-25 y cómo Dios quiere usar este lugar para Su Gloria.


Lamentaciones 2:8 - Referencia Cruzada

El Señor ha devorado, no ha perdonado Ninguna de las moradas de Jacob. Ha derribado en Su furor Las fortalezas de la hija de Judá, Las ha echado por tierra; Ha profanado al reino y a sus príncipes. (Lamentaciones 2:2)
De luto está Judá, Y sus puertas desfallecen, Están por tierra enlutadas, Y sube el clamor de Jerusalén. (Jeremías 14:2)
También derrotó a Moab, y los midió con cordel, haciéndolos tenderse en tierra. Midió dos cordeles para darles muerte, y un cordel entero para dejarlos vivos. Y los Moabitas fueron siervos de David, trayéndole tributo. (2 Samuel 8:2)
Que retires de mí Tu mano, Y que no me espante Tu terror. (Job 13:21)
Ahora pues, dejen que les diga Lo que Yo he de hacer a Mi viña: "Quitaré su vallado y será consumida; Derribaré su muro y será pisoteada. (Isaías 5:5)
Esto El me mostró: El Señor estaba junto a un muro hecho a plomo, y tenía en Su mano una plomada. (Amós 7:7)
El SEÑOR ha hecho lo que se propuso, Ha cumplido Su palabra Que había ordenado desde tiempos antiguos. Ha derribado sin perdonar, Ha hecho que se alegre el enemigo sobre ti, Ha exaltado el poder de tus adversarios. (Lamentaciones 2:17)
Suban por entre sus hileras de vides y destruyan, Pero no hagan destrucción total; Arranquen sus sarmientos, Pues no son del SEÑOR; (Jeremías 5:10)
Extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria y la plomada de la casa de Acab, y limpiaré a Jerusalén como se limpia un plato, limpiándolo y volviéndolo boca abajo. (2 Reyes 21:13)
Pero retiré Mi mano y actué en consideración a Mi nombre, para que no fuera profanado ante los ojos de las naciones a cuya vista los había sacado. (Ezequiel 20:22)
Pero el pelícano y el erizo la poseerán, El búho y el cuervo habitarán en ella. Dios extenderá sobre ella el cordel de desolación Y la plomada del vacío. (Isaías 34:11)
Pondré el juicio como medida, Y la justicia como nivel; Entonces el granizo barrerá el refugio de la mentira, Y las aguas cubrirán el escondite. (Isaías 28:17)
Se ha vuelto el Señor como enemigo: Ha devorado a Israel, Ha devorado todos sus palacios, Ha destruido sus fortalezas Y ha multiplicado en la hija de Judá El lamento y el duelo. (Lamentaciones 2:5)
Las puertas de la ciudad se lamentarán y estarán de luto; Y ella, desolada, se sentará en tierra. (Isaías 3:26)