Nueva Biblia Latinoamericana
Y fueron y se quedaron en Gerut Quimam, que está junto a Belén (Casa del Pan), a fin de ir y entrar en Egipto, (Jeremías 41:17)
a causa de los Caldeos, porque les temían, ya que Ismael, hijo de Netanías, había matado a Gedalías, hijo de Ahicam, a quien el rey de Babilonia había puesto para gobernar el país. (Jeremías 41:18)
Entonces se acercaron todos los jefes de las tropas, Johanán, hijo de Carea, Jezanías, hijo de Osaías, y todo el pueblo desde el menor hasta el mayor, (Jeremías 42:1)
y dijeron al profeta Jeremías: "Llegue ahora ante ti nuestra súplica, y ruega al SEÑOR tu Dios por nosotros, por todo este remanente, porque quedamos pocos de muchos que éramos, como pueden ver tus ojos,
para que el SEÑOR tu Dios nos indique el camino por donde debemos ir y lo que debemos hacer." (Jeremías 42:3)
Entonces el profeta Jeremías les dijo: "Los he oído. Voy a orar al SEÑOR su Dios conforme a sus palabras, y todas las palabras que el SEÑOR les responda, yo se las declararé. No les ocultaré palabra alguna." (Jeremías 42:4)
Y ellos dijeron a Jeremías: "Que el SEÑOR sea un testigo veraz y fiel contra nosotros si no obramos conforme a toda palabra que el SEÑOR tu Dios te mande para nosotros. (Jeremías 42:5)

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Jeremías 42:2 - Referencia Cruzada

Porque se engañan a sí mismos, pues ustedes fueron los que me enviaron al SEÑOR su Dios, diciendo: "Ruega por nosotros al SEÑOR nuestro Dios, y lo que el SEÑOR nuestro Dios diga, nos lo haces saber y lo haremos." (Jeremías 42:20)
El SEÑOR los dispersará entre los pueblos, y quedarán pocos en número entre las naciones adonde el SEÑOR los llevará. (Deuteronomio 4:27)
El Faraón dijo: "Los dejaré ir para que ofrezcan sacrificio al SEÑOR su Dios en el desierto, sólo que no vayan muy lejos. Oren por mí." (Éxodo 8:28)
El rey respondió al hombre de Dios: "Te ruego que supliques al SEÑOR tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada." El hombre de Dios suplicó al SEÑOR y la mano del rey le fue restaurada, y quedó como antes. (1 Reyes 13:6)
Soltaré entre ustedes las fieras del campo que los privarán de sus hijos, destruirán su ganado y los reducirán en número de manera que sus caminos queden desiertos. (Levítico 26:22)
Tal vez su súplica llegue delante del SEÑOR, y todos se vuelvan de su mal camino, porque grande es la ira y el furor que el SEÑOR ha pronunciado contra este pueblo." (Jeremías 36:7)
Entonces los Israelitas dijeron a Samuel: "No dejes de clamar al SEÑOR nuestro Dios por nosotros, para que El nos libre de la mano de los Filisteos." (1 Samuel 7:8)
¡Cómo yace solitaria La ciudad de tanta gente! ¡Se ha vuelto como una viuda La grande entre las naciones! ¡La princesa entre las provincias Se ha convertido en tributaria. (Lamentaciones 1:1)
Toma también de allí unos pocos de los pelos y átalos en la orla de tu manto. (Ezequiel 5:3)
Y si aquellos días no fueran acortados, nadie se salvaría; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. (Mateo 24:22)
Si el SEÑOR de los ejércitos No nos hubiera dejado algunos sobrevivientes, Seríamos como Sodoma, Y semejantes a Gomorra. (Isaías 1:9)
Y sucederá en toda la tierra," declara el SEÑOR, "que dos partes serán cortadas en ella, y perecerán; Pero la tercera quedará en ella. (Zacarías 13:8)
Consulta ahora de nuestra parte al SEÑOR, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos hace la guerra. Tal vez el SEÑOR haga con nosotros conforme a todas Sus maravillas, para que el enemigo se retire de nosotros." (Jeremías 21:2)
Rueguen al SEÑOR, porque ha habido ya suficientes truenos y granizo de parte de Dios. Los dejaré ir y no se quedarán más aquí." (Éxodo 9:28)
Pero preservaré a algunos de ellos de la espada, del hambre y de la pestilencia, para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde vayan, y sepan que Yo soy el SEÑOR." (Ezequiel 12:16)
Sin embargo el rey Sedequías envió a Jucal, hijo de Selemías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, a decir al profeta Jeremías: "Ruega ahora por nosotros al SEÑOR nuestro Dios." (Jeremías 37:3)
Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración (súplica) eficaz del justo puede lograr mucho. (Santiago 5:16)
Tal vez el SEÑOR tu Dios oirá las palabras del Rabsaces, a quien su señor, el rey de Asiria, ha enviado para injuriar al Dios vivo, y lo reprenderá por las palabras que el SEÑOR tu Dios ha oído. Eleva, pues, una oración por el remanente que aún queda.'" (Isaías 37:4)
Y en cuanto a mí, lejos esté de mí que peque contra el SEÑOR cesando de orar por ustedes, antes bien, les instruiré en el camino bueno y recto. (1 Samuel 12:23)
Pero Simón respondió: "Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no me sobrevenga nada de lo que han dicho." (Hechos 8:24)
Entonces todo el pueblo dijo a Samuel: "Ruega por tus siervos al SEÑOR tu Dios para que no muramos, porque hemos añadido este mal a todos nuestros pecados al pedir para nosotros un rey." (1 Samuel 12:19)
Mira, ellos me dicen: "¿Dónde está la palabra del SEÑOR? Que venga ahora." (Jeremías 17:15)
Cuando extiendan sus manos, Esconderé Mis ojos de ustedes. Sí, aunque multipliquen las oraciones, No escucharé. Sus manos están llenas de sangre. (Isaías 1:15)
Entonces quedarán pocos de ustedes en número, aunque eran multitud como las estrellas del cielo, porque no obedeciste al SEÑOR tu Dios. (Deuteronomio 28:62)
Pero ahora, le ruego que escuche, oh rey mi señor; venga ahora mi súplica delante de usted, y no me haga volver a la casa del escriba Jonatán, no sea que yo muera allí." (Jeremías 37:20)