Nueva Biblia Latinoamericana
Maldito el hombre que dio la noticia A mi padre, diciéndole: "¡Te ha nacido un hijo varón!" Haciéndolo muy feliz. (Jeremías 20:15)
Sea ese hombre como las ciudades Que el SEÑOR destruyó sin piedad; Oiga gritos de mañana Y alaridos al mediodía, (Jeremías 20:16)
Porque no me mató en el vientre Para que mi madre hubiera sido mi sepultura, Y su vientre embarazado para siempre. (Jeremías 20:17)
¿Por qué salí del vientre Para ver pena y aflicción, Y que acaben en vergüenza mis días?
Palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR cuando el rey Sedequías le envió a él a Pasur, hijo de Malquías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, para decirle: (Jeremías 21:1)
Consulta ahora de nuestra parte al SEÑOR, porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, nos hace la guerra. Tal vez el SEÑOR haga con nosotros conforme a todas Sus maravillas, para que el enemigo se retire de nosotros." (Jeremías 21:2)
Entonces Jeremías les dijo: "Así le dirán a Sedequías: (Jeremías 21:3)

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Jeremías 20:18 - Referencia Cruzada

Tú conoces mi afrenta, mi vergüenza y mi ignominia; Todos mis adversarios están delante de Ti. (Salmos 69:19)
Yo soy el hombre que ha visto la aflicción A causa de la vara de Su furor. (Lamentaciones 3:1)
El hombre, nacido de mujer, Corto de días y lleno de tormentos, (Job 14:1)
En verdad les digo, que llorarán y se lamentarán, pero el mundo se alegrará; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. (Juan 16:20)
Si ustedes son insultados por el nombre de Cristo, dichosos son, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre ustedes. Ciertamente, por ellos El es blasfemado, pero por ustedes es glorificado. (1 Pedro 4:14)
A la mujer dijo: "En gran manera multiplicaré Tu dolor en el parto, Con dolor darás a luz los hijos. Con todo, tu deseo será para tu marido, Y él tendrá dominio sobre ti." (Génesis 3:16)
Ustedes, todos los que pasan por el camino, ¿no les importa esto? Observen y vean si hay dolor como mi dolor, Con el que fui atormentada, Con el que el SEÑOR me afligió el día de Su ardiente ira. (Lamentaciones 1:12)
¿Por qué se da luz al que sufre, Y vida al amargado de alma; (Job 3:20)
Mi tristeza no tiene remedio, Mi corazón desfallece en mí . (Jeremías 8:18)
Así pues, salgamos a Su encuentro fuera del campamento, llevando Su oprobio. (Hebreos 13:13)
Porque pienso que Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles en último lugar, como a sentenciados a muerte. Porque hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, tanto para los ángeles como para los hombres. (1 Corintios 4:9)
Desde la planta del pie hasta la cabeza No hay nada sano en él, Sino golpes, verdugones y heridas recientes; No han sido curadas, ni vendadas, Ni suavizadas con aceite. (Isaías 1:6)
Por lo cual también sufro estas cosas, pero no me avergüenzo. Porque yo sé en quién he creído, y estoy convencido de que El es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día. (2 Timoteo 1:12)
Los apóstoles, pues, salieron de la presencia del Concilio (Sanedrín), regocijándose de que hubieran sido considerados dignos de sufrir afrenta por Su Nombre. (Hechos 5:41)
Porque por Tu furor han declinado todos nuestros días; Acabamos nuestros años como un suspiro. (Salmos 90:9)
¡Oh, si me escondieras en el Seol (región de los muertos), Si me ocultaras hasta que Tu ira se pasara, Si me pusieras un plazo y de mí te acordaras! (Job 14:13)
Porque ustedes tienen necesidad de paciencia (perseverancia), para que cuando hayan hecho la voluntad de Dios, obtengan la promesa. (Hebreos 10:36)
Escúchenme, ustedes que conocen la justicia, Pueblo en cuyo corazón está Mi ley. No teman el oprobio del hombre, Ni se desalienten a causa de sus ultrajes. (Isaías 51:7)
Otros experimentaron insultos y azotes, y hasta cadenas y prisiones. (Hebreos 11:36)
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. (Hebreos 12:2)